Bloquean cuentas del enemigo de Dilma

AVANZA LA CAUSA POR CORRUPCION CONTRA EL JEFE DE DIPUTADOS EN BRASIL
MarcoAur

Marco Aurélio

La Justicia suiza ya le había bloqueado dos cuentas por sospechas de haber recibido coimas de Petrobras. Ahora un fiscal federal pide que la Justicia brasileña haga lo mismo con cuatro cuentas y que investigue el origen de los fondos.

La Fiscalía de Brasil exigió un nuevo bloqueo de bienes al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha. tras encontrar “indicios suficientes” de que el dinero depositado en cuentas bancarias suizas proviene de actos ilícitos. El pedido del nuevo bloqueo consta en una solicitud de investigación presentada por la Fiscalía ante el Supremo Tribunal Federal (STF) para saber si, tal como dicen las autoridades suizas, existen cuatro cuentas secretas que pertenecen a Cunha y su esposa, quienes recibieron dinero desviado de Petrobras. Dos de esas cuentas fueron bloqueadas recientemente por la Procuraduría helvética, que después envió al país sudamericano las denuncias contra Cunha. Ahora, como el caso quedó en manos de Brasil, las cuentas podrían ser desbloqueadas en Europa. Por eso, la Fiscalía brasileña quiere ordenar un nuevo bloqueo, con el fin de evitar que eventualmente sean vaciadas. El líder parlamentario negó en declaraciones oficiales tener cuentas en el extranjero, pero desde que las fiscalías de ambos países confirmaron que aquéllas existen guardó silencio sobre el asunto.

Fausto

Fausto

El procurador general en ejercicio, Eugenio Aragao, dijo que no existe “la más mínima duda” de que los titulares de esas cuentas son Cunha y su esposa, Claudia Cruz. “Hay copias de pasaportes, inclusive diplomáticos, de la pareja, domicilio residencial, números de teléfonos del Congreso Nacional y del Palacio de Planalto (Presidencia)”, expresó el fiscal, citado por el periódico paulista O Estado de Sao Paulo.

Cunha fue denunciado el pasado 20 de agosto por el procurador general de la República, Rodrigo Janot, ante el STF por su participación en la trama de corrupción de Petrobras. El fiscal lo acusó de corrupción y lavado de dinero, por sospechar que exigió sobornos a empresas a cambio de conseguirles contratos con la petrolera estatal. Entre los indicios sobre la ilegalidad de las cuentas que sembraron sospechas está el patrimonio de Cunha, que creció un 214 por ciento entre 2002 y 2014. El fiscal Aragao tomó ese dato, entre otros, para afirmar que existen pruebas contundentes de que las cuentas en el exterior no fueron declaradas al fisco y que, al menos en relación a Cunha, “son producto del delito”.

Paixão

Paixão

El líder parlamentario, tercero en la línea sucesoria detrás de la presidenta y su vice, integra junto a éste el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el principal aliado del gobierno. No obstante, Cunha rompió relaciones con el Ejecutivo en el marco de una tensa relación en la que el Congreso, a instancias del legislador, propinó sendas derrotas al gobierno.

Por otra parte, uno de los 11 miembros del STF, Marco Aurélio Mello, propuso ayer como solución “no traumática” para el país la renuncia colectiva de la presidenta Dilma Rousseff; su vice, Michel Temer y Cunha. En declaraciones citadas por el diario Folha de Sao Paulo, Mello sostuvo que la renuncia de los tres máximos mandatarios del país podría ser una solución para que Brasil pueda salir de la crisis política y económica que mantiene paralizado al gobierno. “Digo esto como ciudadano y en una perspectiva utópica, ya que sería algo impensable para los actuales detentores del poder”, dijo el juez de la máxima corte del país. “El mal mayor, que es la crisis económica, está siendo dejado en segundo plano a causa de intereses políticos”, señaló. Pero dicha solución, tan improbable como improvisada, pondría al presidente del STF, Ricardo Lewandowski, segundo en la línea sucesoria presidencial, detrás del jefe del Senado, Román Calheiros, que también tambalea en su cargo por su presunta vinculación con corrupción en Petrobras.

Las declaraciones del magistrado se producen cuando Rousseff enfrenta una campaña destituyente que hasta ahora no ha dado resultado. Los pedidos de apertura de juicio político y los dictámenes que apuntan irregularidades en las cuentas de su gobierno anterior, y en las finanzas de su campaña hacia la reelección, no han logrado reunir el apoyo legislativo de la mayoría especial que requiere el Tribunal Supremo Federal para dar curso al enjuiciamiento de la mandataria reelecta hace menos de un año..

En el primer caso, la presidenta puede ser acusada de haber violado la Ley de Responsabilidad Fiscal. En el segundo, si se comprueban las sospechas de que su campaña electoral recibió fondos desviados de la petrolera estatal, puede ser objeto de una invalidación de su elección, lo que llevaría a que cayeran tanto ella como Temer. Respecto a la economía, a los indicadores económicos negativos, como inflación y el desempleo en alza, desvalorización histórica del real y estancamiento de la actividad económica, se sumó el jueves la rebaja de la nota de crédito del país por parte de la agencia de calificación Fitch, que no obstante no le quitó el grado inversor.

En su calidad de presidente de la Cámara baja, Cunha tiene en sus manos la potestad de acoger o archivar los pedidos de apertura de juicio político contra la mandataria, y la prensa especuló el jueves con un acercamiento entre él y el gobierno con intercambio de favores – él rechazaría el pedido de “impeachment” contra Dilma y el Partido de los Trabajadores (PT) le aseguraría su escaño –, pero él mismo negó esas conjeturas en forma tajante. El político evangélico avisó además que no pretende renunciar al cargo pese a las denuncias, pero no adelantó que hará con los pedidos de destitución de la mandataria del PT. In Página 12/ Argentina

Miguel

Miguel

China y Brasil sellan un pacto estratégico

LA SEGUNDA Y LA SEPTIMA ECONOMIAS DEL MUNDO FIRMARON ACUERDOS POR 53.000 MILLONES DE DOLARES
Ronaldo

Ronaldo

El anuncio más ambicioso a partir del encuentro entre Dilma Rousseff y Li Keqiang fue la construcción de un ferrocarril transoceánico que trazará una línea de fuerza geopolítica en el centro de Sudamérica.

Por Darío Pignotti
Página/12 En Brasil

Desde Brasilia

Del Atlántico al Pacífico: Brasil y China comenzaron a forjar un nuevo vector geopolítico. Los acuerdos por 53.000 millones de dólares, en áreas vitales como la energía, firmados ayer por la presidenta Dilma Rousseff y el premier Li Keqiang confirman la robustez de los vínculos comerciales y financieros entre la séptima y la segunda economías mundiales.

De todos modos, el anuncio más ambicioso fue la construcción de un ferrocarril transoceánico que trazará una línea de fuerza geopolítica en el centro de Sudamérica.

“Como ustedes vieron, fue una reunión muy importante para las relaciones entre Brasil y China. Todas las reuniones tienen su importancia pero ésta de hoy tuvo una característica nueva que fue haber dado gran importancia a las inversiones en el ferrocarril transcontinental, que otros llaman bioceánico que será estratégica para nosotros”, declaró la presidenta a un grupo de periodistas. Lo afirmó poco después de finalizada la exposición que realizó junto al premier asiático, con quien fueron firmados 35 documentos en el Palacio del Planalto.

“Brasil, Perú y China, y aquí quiero dirigir un saludo al presidente Ollanta Humala, estamos iniciando los estudios de viabilidad para esta conexión ferroviaria… y hemos convidado a las empresas chinas para que participen en esta gran obra que pasará por Acre (Amazonia) y cruzará los Andes hasta llegar a los puertos de Perú.”

El anteproyecto tiene un costo estimado de entre 5000 y 12.000 millones de dólares. Nace en el puerto de Acu en las costas de Río de Janeiro, en el sudeste, sube hasta el estado de Mato Grosso, centro del país, y luego atraviesa los estados amazónicos de Rondonia y Acre, de donde continúa hacia a Perú. Será un corredor por el que Brasil podrá exportar soja y carne hacia China y eventualmente el resto de Asia e importar manufacturas. Todo sin utilizar el canal de Panamá, que pese a haber sido devuelto por Estados Unidos en 1999, aún continúa dentro de su área de influencia estratégica.

Dilma recibió al representante del gobierno chino con una formación de Dragones de la Independencia, guardia de honor presidencial, en la rampa de ingreso a la sede del gobierno y luego le ofreció un almuerzo en la Cancillería siguiendo un protocolo similar al prodigado a los jefes de Estado. Semejante pompa, que no es la habitual en visitas de este tipo, puso marco a una cumbre en la que se asumieron compromisos de largo plazo.

“El Plan de Acción Conjunta 2015-2021 (el mandato de Dilma finaliza en 2018) que firmé con el primer ministro inaugura una etapa superior de nuestras relaciones, la cual quedó expresada en los acuerdos gubernamentales y empresariales firmados hoy (por ayer).”

Li Keqiang coincidió con su anfitriona sobre la consolidación de los lazos bilaterales y lanzó el desa- fío a que el comercio bilateral, actualmente de casi 78.000 millones de dólares, salte a 100.000 millones. También se anunció que parte de las transacciones ya no se realizarán en dólares, los que serán reemplazados por reales y yuanes, con lo que el comercio estará a salvo de las oscilaciones cambiarias.

La cita de ayer en Brasilia inició un periplo diplomático que continuará la semana próxima en México, donde Rousseff realizará su primera visita de Estado; en junio con la cumbre del Mercosur y el viaje a Estados Unidos y posteriormente la reunión en Rusia del grupo Brics. Dilma anticipó que viajará a China en 2016 invitada por el presidente Xi Xinping, quien realizó una visita de Estado a Brasilia en 2014.

Para Brasil, esta temporada diplomática representa una oportunidad de retomar la política de alianzas con los emergentes, relegada en los últimos meses debido a la crisis interna atizada por el derechista Partido de la Socialdemocracia Brasileña del ex presidente Fernando Henrique Cardoso. En los últimos días Cardoso viajó a Estados Unidos, donde se reunió con banqueros y recibió a una delegación de la oposición radical venezolana. Luego siguió con su diplomacia paralela concediendo una entrevista al diario Financial Times en la que atacó al gobierno y reiteró acusaciones sobre el escándalo de corrupción en Petrobras. El socialdemócrata desdeña la política petrolera nacionalista de Dilma y recomienda volver a las concesiones en línea con lo planteado por las multinacionales y la prensa financiera global. Mientras el Financial Times criticaba (como es habitual) a Dilma, el diario Estado de S. Paulo informó ayer que otro grupo de accionistas norteamericanos de Petrobras abrió un proceso en Nueva York en el que acusan a los últimos presidentes de la compañía. Esta fue la tercera demanda contra la empresa en Estados Unidos.

Ayer las acciones de la petrolera cayeron más del 6 por ciento, lo cual fue atribuido al alto endeudamiento y las dificultades para obtener financiamiento en el mercado.

Por eso Dilma comentó aliviada el aporte chino de 10.000 millones de dólares con los que podrán solventarse inversiones en los pozos del área conocida como “pre-sal” en aguas ultraprofundas. “Además de reflejar la confianza internacional que posee nuestra empresa, este aporte de 10.000 millones contribuirá a fortalecer las actividades en la zona del pre-sal, donde ya contamos con una expresiva presencia de empresas chinas”, recordó Dilma. Se refería a las dos petroleras asiáticas que en 2013 vencieron, junto a Petrobras y otras dos compañías europeas, la subasta en el magacampo de Libra. Las compañías norteamericanas se retiraron de la disputa por Libra en medio del escándalo por el espionaje de la agencia NSA contra Petrobras.

Estragos produzidos na Petrobras pelo governo Fernando Henrique visando desnacionalizá-la. Conheça outros crimes de traição à Pátria

por Fernando Siqueira, presidente da Associação dos Engenheiros da Petrobras

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Herança maldita do governo de FHC

Herança maldita do governo de FHC

1993

Como ministro da Fazenda, Fernando Henrique Cardoso fez um corte de 52% no orçamento da Petrobras, previsto para o ano de 1994, sem nenhuma fundamentação ou justificativa técnica.
Ele teria inviabilizado a empresa se não tivesse estourado o escândalo do Orçamento, fazendo com que se esquecessem da Petrobras.

Todavia, isso causou um atraso de cerca de 6 meses na programação da empresa, que teve de mobilizar as suas melhores equipes para rever e repriorizar os projetos integrantes daquele orçamento.
1994

Ainda como ministro da Fazenda, com a ajuda do diretor do Departamento Nacional dos Combustíveis, Fernando Henrique manipulou a estrutura de preços dos derivados do petróleo, de forma que, nos seis últimos meses que antecederam o Plano Real, a Petrobras teve aumentos mensais, na sua parcela dos combustíveis, em valores 8% abaixo da inflação. Por outro lado, o cartel internacional das distribuidoras de derivados teve, nas suas parcelas, aumentos de 32% acima da inflação.
Isto significou uma transferência anual, permanente, de cerca de US$3 bilhões do faturamento da Petrobras para o cartel dessas distribuidoras.
A forma de fazer isso foi por meio dos dois aumentos mensais, que eram concedidos aos derivados, pelo fato da Petrobras comprar o petróleo em dólares, no exterior, e vender no mercado, em moeda nacional. Havia uma inflação alta e uma desvalorização diária da nossa moeda. Os dois aumentos repunham parte das perdas que a Petrobras sofria devido a essa desvalorização.
Mais incrível: a Petrobras vendia os derivados para o cartel e este, além de pagá-la só 30 a 50 dias depois, ainda aplicava esses valores, e o valor dos tributos retidos para posterior repasse ao Tesouro, no mercado financeiro, obtendo daí vultosos ganhos financeiros, em face da inflação galopante então presente.

Quando o Plano Real começou a ser implantado, com o objetivo de acabar com a inflação, o cartel reivindicou uma parcela maior nos aumentos, porque iria perder aquele duplo e absurdo lucro.
1995

Em fevereiro, já como presidente, FHC proibiu a ida de funcionários de estatais ao Congresso para prestar informações aos parlamentares e ajudá-los a exercer seus mandatos com respaldo em informações corretas.
Assim, os parlamentares ficaram reféns das manipulações da imprensa comprometida. As informações dadas aos parlamentares no governo de Itamar Franco, como dito acima, haviam impedido a revisão da Constituição Federal com um claro viés neoliberal.
Fernando Henrique emitiu um decreto, nº 1.403/95, que instituía um órgão de inteligência, o Sial, Serviço de Informação e Apoio Legislativo, com o objetivo de espionar os funcionários de estatais que fossem a Brasília falar com parlamentares. Se descobertos, seriam demitidos.
Assim, tendo tempo de trabalho para me aposentar, solicitei a aposentadoria e fui para Brasília por conta da Associação. Tendo recursos bem menores que a Petrobras (que, no governo Itamar Franco, enviava 15 empregados semanalmente ao Congresso), eu só podia levar mais um aposentado para ajudar no contato com os parlamentares. Um dos nossos dirigentes, Argemiro Pertence, mudou-se para Brasília, às suas expensas, para ajudar nesse trabalho.
Também em 1995, FHC deflagrou o contrato e a construção do Gasoduto Bolívia-Brasil, que foi o pior contrato que a Petrobras assinou em sua história.

FHC, como ministro da Fazenda do governo Itamar Franco, funcionou como lobista em favor do gasoduto. Como presidente, suspendeu 15 projetos de hidrelétricas em diversas fases, para tornar o gasoduto irreversível. Este fato, mais tarde, acarretaria o “apagão” no setor elétrico brasileiro.
As empresas estrangeiras, comandadas pela Enron e Repsol, donas das reservas de gás na Bolívia, só tinham como mercado o Brasil. Mas a construção do gasoduto era economicamente inviável. A taxa de retorno era de 10% ao ano, enquanto o custo financeiro era de 12% ao ano. Por isso, pressionaram o governo a determinar que a Petrobras assumisse a construção. A empresa foi obrigada a destinar recursos da Bacia de Campos, onde a taxa de retorno era de 80%, para investir nesse empreendimento.
O contrato foi ruim para o Brasil pelas seguintes razões: mudança da matriz energética para pior, mais suja; ficar dependente de insumo externo dominado por corporações internacionais, com o preço atrelado ao do petróleo e valorada em moeda forte.
Foi ruim para a Bolívia, que só recebia 18% pela entrega de uma de suas últimas riquezas, a mais significativa. Evo Morales elevou essa participação para 80% (a média mundial de participação dos países exportadores é de 84%) e todas as empresas aceitaram de bom grado.
E foi péssimo para a Petrobras que, além de tudo, foi obrigada a assinar uma cláusula de “Take or Pay”, ou seja, comprando ou não a quantidade contratada, ela pagaria por ela. Assim, por mais de dez anos, pagou por cerca de 10 milhões de metros cúbicos, sem conseguir vender o gás no mercado nacional.
Ainda em 1995, o governo, faltando com o compromisso assinado com a categoria, levou os petroleiros à greve, com o firme propósito de fragilizar o sindicalismo brasileiro e a sua resistência às privatizações que pretendia fazer.

Havia sido assinado um acordo de aumento de salário de 13%, que foi cancelado sob a alegação de que o presidente da Petrobras não o havia assinado. Mas o acordo foi assinado pelo então ministro das Minas e Energia, Delcídio Amaral, pelo representante do presidente da Petrobras e pelo ministro da Fazenda, Ciro Gomes.
Além disso, o acordo foi assinado a partir de uma proposta apresentada pelo presidente da Petrobras.

Enfim, foi deflagrada a greve, após muita provocação, inclusive do ministro do TST, Almir Pazzianoto, que disse que os petroleiros estavam sendo feitos de palhaços.

FHC reprimiu a greve fortemente, com tropas do exército nas refinarias, para acirrar os ânimos. Mas deixou as distribuidoras multinacionais de gás e combustíveis sonegarem os produtos, pondo a culpa da escassez nos petroleiros. No fim, elas levaram 28% de aumento, enquanto os petroleiros perderam até o aumento de 13%, já pactuado e assinado.
Durante a greve, uma viatura da Rede Globo de Televisão foi apreendida nas proximidades de uma refinaria, com explosivos, provavelmente pretendendo uma ação de sabotagem que objetivava incriminar os petroleiros.

No balanço final da greve, que durou mais de 30 dias, o TST estabeleceu uma multa pesada que inviabilizou a luta dos sindicatos.

Por ser o segundo maior e mais forte sindicato de trabalhadores brasileiros, esse desfecho arrasador inibiu todos os demais sindicatos do país a lutar por seus direitos. E muito menos por qualquer causa em defesa da Soberania Nacional.

Era a estratégia de Fernando Henrique para obter caminho livre e sangrar gravemente o patrimônio brasileiro.
1995

O mesmo Fernando Henrique comandou o processo de mudança constitucional para efetivar cinco alterações profundas na Constituição Federal de 1988, na sua Ordem Econômica, incluindo a quebra do monopólio estatal do petróleo, por meio de pressões, liberação de emendas, barganhas e chantagens com os parlamentares.
Manteve o presidente da Petrobras, Joel Rennó, que, no governo Itamar Franco, chegou a fazer carta ao Congresso Nacional defendendo a manutenção do monopólio estatal do petróleo, mas que, no governo FHC, passou a defensor empedernido da sua quebra.
As cinco mudanças constitucionais promovidas por FHC:
1. Mudou o conceito de empresa nacional.

A Constituição de 1988 havia estabelecido uma distinção entre empresa brasileira de capital nacional e empresa brasileira de capital estrangeiro.

As empresas de capital estrangeiro só poderiam explorar o subsolo brasileiro (minérios) com até 49% das ações das companhias mineradoras.

A mudança enquadrou todas as empresas como brasileiras. A partir dessa mudança, as estrangeiras passaram a poder possuir 100% das ações. Ou seja, foi escancarado o subsolo brasileiro para as multinacionais, muito mais poderosas financeiramente do que as empresas nacionais.
A Companhia Brasileira de Recursos Minerais havia estimado o patrimônio de minérios estratégicos brasileiros em US$13 trilhões.

Apenas a companhia Vale do Rio Doce detinha direitos minerários de US$3 trilhões.

FHC vendeu essa companhia por um valor inferior a um milésimo do valor real estimado.
2. Quebrou o monopólio da navegação de cabotagem,

permitindo que navios estrangeiros navegassem pelos rios brasileiros, transportando os minérios sem qualquer controle.
3. Quebrou o monopólio das telecomunicações,

para privatizar a Telebrás por um preço abaixo da metade do que havia gasto na sua melhoria nos últimos três anos, ao prepará-la para ser desnacionalizada.

Recebeu pagamento em títulos podres e privatizou um sistema estratégico de transmissão de informações. Desmontou o Centro de Pesquisas da empresa e abortou vários projetos estratégicos em andamento, como capacitor ótico, fibra ótica e tevê digital.
4. Quebrou o monopólio do gás canalizado e entregou a distribuição a empresas estrangeiras.

Um exemplo é a estratégica Companhia de Gás de São Paulo, a Comgás, que foi vendida a preço vil para a British Gas e para a Shell.

Não deixou a Petrobras participar do leilão por meio da sua empresa distribuidora. Mais tarde, abriu parte do gasoduto Bolívia-Brasil para essa empresa e para a Enron, com ambas pagando menos da metade da tarifa paga pela Petrobras, uma tarifa baseada na construção do Gasoduto, enquanto que as outras pagam uma tarifa baseada na taxa de ampliação.
5. Quebrou o monopólio estatal do petróleo,

por meio de uma emenda à Constituição de 1988, retirando o parágrafo primeiro, elaborado pelo diretor da Aepet, Guaracy Correa Porto, que estudava Direito e contou com a ajuda de seus professores na elaboração.

O parágrafo extinto era uma salvaguarda que impedia que o governo cedesse o petróleo como garantia da dívida externa do Brasil.

FHC substituiu esse parágrafo por outro, permitindo que as atividades de exploração, produção, transporte, refino e importação fossem feitas por empresas estatais ou privadas. Ou seja, o monopólio poderia ser executado por várias empresas, mormente pelo cartel internacional.
1996

Fernando Henrique enviou o projeto de lei que, sob as mesmas manobras citadas, se transformou na Lei 9.478/97.
Esta Lei contém artigos conflitantes entre si e com a Constituição Brasileira.

Os artigos 3º, 4º e 21º, seguindo a Constituição, estabelecem que as jazidas de petróleo e o produto da sua lavra, em todo o território nacional (parte terrestre e marítima, incluído o mar territorial de 200 milhas e a zona economicamente exclusiva) pertencem à União Federal.

Ocorre que, pelo seu artigo 26º — fruto da atuação do lobby, sobre uma brecha deixada pelo projeto de lei de FHC — efetivou a quebra do monopólio, ferindo os artigos acima citados, além do artigo 177 da Constituição Federal que, embora alterada, manteve o monopólio da União sobre o petróleo.

Esse artigo 26º confere a propriedade do petróleo a quem o produzir: “O petróleo agora é vosso.”

petrobras paulo francis FHC
1997

Fernando Henrique criou a Agência Nacional do Petróleo e nomeou o genro, David Zylberstajn, que havia se notabilizado como Secretário de Minas e Energia do Estado de São Paulo, desnacionalizando várias empresas de energia por preços irrisórios, inclusive a Eletropaulo, vendida para a empresa americana AES que, para essa compra, lançou mão de um empréstimo do Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES) e não pagou.
Cabe salientar que, dos recursos do BNDES, 50% são originários do FAT — Fundo de Amparo ao Trabalhador — e foram emprestados a empresas estrangeiras para comprar empresas nacionais, que demitiram, em média, 30% dos trabalhadores. Ou seja, o FAT foi usado para desempregar os trabalhadores.
Zylberstajn, no ato de sua posse, com o auditório cheio de empresas estrangeiras ou de seus representantes, bradou: “O petróleo agora é vosso”.
Empossado, iniciou os leilões de áreas, já com alguma pesquisa feita pela Petrobras, com tal avidez entreguista que os blocos licitados tinham áreas 220 vezes maiores do que a dos blocos licitados no Golfo do México.
Zylberstajn, inicialmente, mandou que a Petrobras escolhesse 10% das áreas sedimentares, de possível ocorrência de hidrocarbonetos, nas 29 províncias onde ela já havia pesquisado, para continuar explorando por mais três anos, quando, se não achasse petróleo, teria que devolvê-las à ANP. Depois de 6 meses de exaustivos estudos, a Petrobras escolheu as áreas que queria.
Surpreendentemente, Zylberstajn, aproveitando que a atenção do país estava voltada para a Copa do Mundo de futebol, em realização na França, retomou 30% dessas áreas que a Petrobras havia escolhido, sob rigorosos critérios técnicos, pelos seus especialistas.

Assim, a Petrobras passou a ter direito de explorar apenas 7% do total das rochas sedimentares brasileiras.

Esse prazo de três anos se mostrou inviável e foi estendido para cinco anos. Nós publicamos informativos mostrando que as multinacionais tinham oito anos de prazo contra os três da Petrobras.
1998

A Petrobras é impedida pelo governo FHC de obter empréstimos no exterior para tocar seus projetos — a juros de 6% a.a. —, e de emitir debêntures que visavam à obtenção de recursos para os seus investimentos.
FHC cria o Repetro, por meio do Decreto 3.161/98, que libera as empresas estrangeiras do pagamento de impostos pelos seus produtos importados, mas sem, contudo, dar a contrapartida às empresas nacionais.

Isto, somado à abertura do mercado nacional iniciada por Fernando Collor, liquidou as 5 mil empresas fornecedoras de equipamentos para a Petrobras, gerando brutais desemprego e perda de tecnologias para o País.

Essas empresas haviam sido criadas por meio do repasse de tecnologia que a Petrobras gerava ou absorvia. A presença do fornecedor nacional facilitava em muito a operação da empresa.
Espionagem estrangeira. Ainda em 1998, seis empresas multinacionais (duas delas comandaram a privatização da YPF Argentina — Merryl Linch e Gaffney Cline) passaram a ocupar o 12º andar do prédio da Petrobras (Edise) para examinar minuciosamente todos os dados da Companhia, sob o argumento de que se tratava de uma avaliação dos dados técnicos e econômicos necessários à venda de ações da Empresa, em poder do governo.
Durante dois anos, essas empresas receberam todas as informações que quiseram dos gerentes da Petrobras, inclusive as mais confidenciais e estratégicas, de todas as áreas.

Reviraram as entranhas da Companhia, de uma forma jamais realizada em qualquer empresa que aliene suas ações.
1999

Muda-se o estatuto da Petrobras com três finalidades:
1 – permitir que estrangeiros possam ser presidentes da empresa (Philippe Reichstul);
2 – permitir a venda de ações para estrangeiros;
3 – retirar os diretores da empresa do Conselho de Administração, colocando em seu lugar representantes do Sistema Financeiro Internacional, como Jorge Gerdau Johannpeter (comandante do lobby para a quebra do monopólio), Roberto Heiss, Paulo Haddad e outros;

Reichstul inicia o mandato cancelando atabalhoadamente (propositalmente?) o contrato da empresa Marítima — fornecimento de seis plataformas para perfuração exploratória — um mês antes dela incorrer numa grave inadimplência.

O cancelamento salvou a Marítima de pesadas multas e ainda deu a ela argumentos para processar a Petrobras, pedindo R$2 bilhões de indenização pelo incrível cancelamento. Ganhou em primeira instância.
Reichstul viaja aos EUA com o ex-jogador Pelé e, juntos, fazem propaganda do lançamento e venda de ações da Petrobras em Wall Street.

O governo vende, então, 20% do capital total da Petrobras, que estavam em seu poder. Posteriormente, mais 16% foram vendidos pelo irrisório valor total de US$5 bilhões.
Como a “Ação Direta de Inconstitucionalidade” da Aepet contra o artigo 26, já mencionado, assinada pelo governador Roberto Requião (Paraná), foi derrubada, e a Petrobras é dona das reservas, em detrimento da União, esses acionistas incorporaram ao seu patrimônio um acervo de 10 bilhões de barris — 36% de 30 bilhões de barris nas mãos da Petrobras (incluindo 16 bilhões do pré-sal, já cubados) — os quais, pela Constituição pertencem à União.
Como, agora, estamos no limiar do pico de produção mundial, o barril de petróleo, em queda temporária, vai ultrapassar os US$100, esse patrimônio transferido, gratuitamente, valerá mais de US$1 trilhão.

Considerando que já existiam no mercado cerca de 20% das ações em mãos de testas de ferro, o governo, hoje, detém 54% das ações com direito a voto, mas apenas 40% do capital total da Petrobras (antes das mudanças, o governo detinha 87% do capital total da Companhia.
O poder dos novos e felizardos acionistas de Wall Street os levam a exigir da Petrobras a quitação dos débitos que a Companhia tem com o Fundo de Pensão (Petros), de preferência pelo menor preço possível. Reichstul usa R$8 bilhões em títulos de longuíssimo prazo do governo (NTN tipo B, recebidos na privatização das subsidiárias da Companhia — prazos de 23 e 32 anos) e quita a dívida, financeiramente, mas não atuarialmente, pelo valor de face dos títulos. A Petrobras contabiliza a saída dos títulos por R$1,8 bilhão e o Fundo de Pensão os recebe por R$8 bilhões.
Reichstul dobra o salário dos gerentes da Petrobras, amplia o número deles, e lhes dá poderes ilimitados para contratar empresas e pessoas. Ganha com isso o apoio para fazer todas as falcatruas que planejava. Desmonta a competente equipe de planejamento da Petrobras e contrata, sem concorrência, a Arthur De Little, empresa americana, presidida pelo seu amigo Paulo Absten, para comandar o planejamento estratégico da Companhia.
Isto resulta numa série de desastres consecutivos. Entre eles, a compra de ativos obsoletos na Argentina, na Bolívia e em outros países.

Os gerentes — cooptados — se fartam de contratar empresas e pessoas, sem controle.

A terceirização atinge o estrondoso absurdo de 120 mil contratados, com nepotismo e corrupção, enquanto os empregados efetivos caem de 60 mil para cerca de 30 mil, seguindo a estratégia aplicada na Argentina, de enxugar para desnacionalizar.

Abre-se acesso às entranhas da empresa para pessoas alocadas por empreiteiras e concorrentes estrangeiras.
Reichstul tenta mudar o nome da empresa para Petrobrax, para facilitar a pronúncia dos futuros compradores estrangeiros. Causa uma reação de indignação nacional e recua.

Mas segue a sua meta desnacionalizante e divide a empresa em 40 unidades de negócio, seguindo a proposta do Credit Suisse First Boston, apresentada ao Governo Collor, para a desnacionalização da Companhia.

Pulveriza as equipes técnicas, desmantelando a tecnologia da empresa e preparando para, por meio do artigo 64 da Lei 9.478/97, transformar cada unidade de negócio em subsidiária e privatizá-las, como iniciou fazendo com a Refinaria do Rio Grande do Sul, a Refap.
Essa privatização foi feita pela troca de ativos com a Repsol Argentina (pertencente ao Banco Santander, braço do Royal Scotland Bank Co.), onde a Petrobras deu ativos no valor de US$500 milhões — que avaliamos em US$2 bilhões — e recebeu ativos no valor de US$500 milhões, os quais, dois dias depois, com a crise da Argentina, passaram a valer US$170 milhões.
A avaliação dos ativos foi feita pelo Banco Morgan Stanley, do qual Francisco Gros era diretor, acumulando, desde o início da gestão Reichstul, o cargo de membro do Conselho de Administração da Petrobras.

Gros, segundo sua biografia publicada pela Fundação Getulio Vargas, veio para o Brasil, como diretor do Morgan Stanley, para assessorar as multinacionais no processo de privatização.

Por meio de sindicalistas do Rio Grande do Sul, entramos com uma ação judicial na qual ganhamos a liminar, cassada, mas que interrompeu esse processo de desnacionalização.
A gestão Reichstul levou a empresa a um nível de acidentes sem precedentes na sua história: 62 acidentes graves — em dois anos — contra a série histórica de 17 acidentes em 23 anos (1975 a 1998), segundo relatório publicado pelo Conselho Regional de Engenharia do Estado do Paraná.
Nós pedimos investigação de sabotagem aos vários órgãos de segurança: Polícia Federal, Marinha, Procuradoria Federal. Não investigaram, mas os acidentes cessaram.
2001

Reichstul, desgastado, dá lugar a Francisco Gros, que, ao assumir a presidência da Petrobras, num discurso em Houston, EUA, declara que, na sua gestão,

“a Petrobras passará de estatal para empresa privada, totalmente desnacionalizada”.
Gros compra 51% da Pecom Argentina, por US$1,1 bilhão, embora a dita empresa tenha declarado, publicamente, um déficit de US$1,5 bilhão.

Cria um sistema para mascarar acidentes, nos quais os acidentados não os possam reportar.

Tenta implantar um plano de Benefício Definido no fundo de pensão — Petros.
Faz, ainda, um contrato de construção de duas plataformas com a Halliburton, com uma negociação obscura, sem concorrentes, que resulta, além de um emprego maciço de mão de obra estrangeira, em dois atrasos superiores a um ano e meio.

Esses atrasos fizeram com que, pela primeira vez na história da empresa, houvesse uma queda de produção, fato ocorrido em novembro de 2004.

Apesar desses atrasos, a Halliburton não pagou multa e ainda ganhou cerca de US$500 milhões adicionais da Petrobras, em tribunal americano.
Com a eleição de Lula para a Presidência da República, antes da sua posse, houve uma renegociação em massa dos contratos de serviço em andamento, com novos prazos, superiores a quatro anos, de forma a criar uma blindagem ao novo governo, impedindo as reanálises, renegociações ou revogações dos contratos feitos sem concorrência, incluindo empresas ligadas aos amigos de alguns gerentes do governo FHC.  In Portal do Mundo do Trabalho, em 26/5/2009

(*) Fernando Siqueira, presidente da Associação dos Engenheiros da Petrobras em 26/5/2009.

Lava Jato PSDB propina Petrobras

Lei de FHC entregou o petróleo e a Petrobras

leilão

Em entrevista na Jovem Pan, dia 18 último, o ex-presidente Fernando Henrique disse que não sabia se houve corrupção durante o período em que era presidente

“Eu não posso dizer que não houve corrupção no meu governo. O que eu posso dizer é que, se houve, eu não sei onde”, afirmou, quando perguntado sobre as iniciativas anti-corrupção da atual gestão federal.

Fernando Henrique está ficando gagá, com perda de memória. “Basta perguntar ao primeiro filho, ao ex-genro, as netinhas herdeiras da massa falida do banco de Magalhães Pinto.

A corrupção do governo de FHC começa em casa. Só no proer dos bancos ninguém sabe quantos bilhões foram torrados… Escrevi bi…lhões.

O corrupção na Petrobras tem como origem a lei 9478/97, idealizada pelo ex-presidente Fernando Henrique Cardoso e por seu ex-genro David Zylberstajn, que presidiu a Agência Nacional do Petróleo.

Conhecida como “Lei do Petróleo”, a 9478/97 abriu o mercado brasileiro a firmas internacionais, e permitiu que a Petrobras adotasse regras flexíveis para contratar bens e serviços.

A partir daquele ano, a empresa foi dispensada da Lei de Licitações, a duríssima 8.666, e ganhou podres poderes para contratar de forma simplificada – em muitos casos, até por meio de carta-convite.

As facilidades da Lei 9478/97 de Fernando Henrique criaram os ladrões. No Congresso Nacional, o secretário de Fiscalização de Obras para a Área de Energia do Tribunal de Contas da União (TCU), Rafael Jardim Cavalcante, afirmou que a estatal petrolífera realizou a maior parte das contratações diretas de bens entre os anos de 2011 e 2014 sem licitação.

“Não temos ainda números definitivos, mas nos últimos quatro anos eventualmente em bens a Petrobrás talvez tenha contratado entre R$ 60 e R$ 70 bilhões. Levantamentos preliminares, e peço a paciência e a compreensão sobre a higidez desse número, apontam que de 60% a mais de 70%, dessas contratações de bens são feitas sem licitação. Para avaliar, antes do certo e errado, qual é o risco em termos de boa governança corporativo dessa prática e dessa previsão legal?”, questionou.

Quando a lei foi adotada, no governo FHC, dizia-se que a estatal precisava de maior flexibilidade para concorrer com firmas internacionais. O presidente escolhido para comandar a empresa, Henri Philippe Reichstul, orgulhava-se de dizer que geria a Petrobras como uma empresa privada e fez vários negócios que, hoje são objeto de contestação judicial – como uma polêmica troca de ativos com a espanhola Repsol, assinada no apagar das luzes do governo FHC.

No governo Lula, a Petrobras viveu seu maior ciclo de investimentos. O gerente-executivo Pedro Barusco, hoje conhecido como o corrupto de US$ 100 milhões, teve poderes para contratar nada menos que R$ 15 bilhões em sondas e plataformas que foram fretadas à Petrobras pelo grupo Schahin.

Em 2010, a facilidade com que a Petrobras contratava, sem licitações, foi questionada junto ao Supremo Tribunal Federal. Com parecer do então advogado Luis Roberto Barros, hoje ministro do STF, a Petrobras continuou livre da lei de licitações, numa decisão que teve voto favorável do ministro Dias Toffoli (leia aqui reportagem do Conjur a respeito).

FHC hoje se diz envergonhado com o que vem ocorrendo na Petrobras, mas esquece de lembrar que abriu as portas da empresa para a corrupção, e os portos do Brasil, à Dom João VI, para a chamada globalização unilateral, vendendo mais de 70 por cento das empresas estatais, e entregando, via concessões e outorgas, nossa água, nossos minérios, e nossos campos de gás e petróleo, através de leilões fajutos, que classifico como quermesses.

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A propina na Petrobras durante o governo FHC fica longe das manchetes…

por Altamiro Borges

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Desde quinta-feira (5), os jornalões e as emissoras de rádio e tevê não param de bater bumbo sobre a suposta “propina de R$ 200 milhões” do PT.

O bombardeio se baseia nas denúncias de Pedro Barusco, ex-diretor da Petrobras envolvido no esquema de corrupção da estatal. Tentando gozar das benesses da chamada delação premiada, ele “teria dito” – em mais um vazamento seletivo e criminoso – que o partido recebeu “aproximadamente” este montante. Não apresenta qualquer prova e nem precisava.

A mídia já julgou, condenou e fuzilou o tesoureiro nacional do PT, João Vaccari. Ela só deixou de dar destaque para outro “pequeno detalhe” do depoimento de Pedro Barusco: “O ex-gerente da Petrobras diz ter recebido propina desde 1997”, relatam os jornalistas Fausto Macedo e Mateus Coutinho, do Estadão. Mas este fato – que envolve diretamente o “ético” FHC e outros tucanos de alta plumagem, não mereceu manchetes. O Jornal Nacional, da TV Globo, nem sequer mencionou este trecho do suspeito depoimento.

Segundo o Estadão, “o ex-gerente Executivo de Engenharia da Petrobrás, Pedro Barusco, afirmou em sua delação premiada que o esquema de propinas da estatal começou com o primeiro contrato de navio-plataforma com a holandesa SBM Offshore, em 1997, durante o governo Fernando Henrique Cardoso (PSDB). O delator admitiu que, naquela época, recebeu propinas mensalmente em valores que variavam entre US$ 25 e US$ 50 mil, e que teria recebido um total de US$ 22 milhões em propinas da empresa holandesa até 2010. Entre 1995 e 2003, Barusco, que era funcionário de carreira da estatal, ocupou o cargo de gerente de Tecnologia de Instalações, no âmbito da diretoria de Exploração e Produção. Ele admitiu que começou a receber propina em ‘1997 ou 1998’, ‘por conta de dois contratos de FPSO (navios-plataforma) firmados mediante sua (de Barusco) participação técnica e ‘fundamental’, uma vez que era o coordenador da área técnica’, diz a delação”.

Ainda de acordo com a reportagem, “o ex-gerente relata que foi o responsável pelo primeiro contrato do tipo na estatal, que foi ‘peça fundamental’ dos contratos seguintes de navios-plataforma da Petrobrás, pelos quais ele também admite ter recebido propina. ‘Por conta de relacionamento bastante próximo que o declarante (Barusco) desenvolveu com o representante da SBM, Julio Faerman, tanto o declarante solicitou quanto Julio ofertou o pagamento de propina, sendo uma iniciativa que surgiu de ambos os lados e se tornou sistemática a partir do segundo contrato de FPSO firmado entre a SBM e a Petrobrás’, relata a delação de Barusco. Em seu extenso depoimento, o executivo detalhou as contas por onde o dinheiro das propinas da SBM passou, sendo guardado na Suíça”.

“Barusco explicou que os acordos eram de longa duração e que, por isso ‘o pagamento de propinas perdurou por longos anos’ enquanto ele ocupou o cargo na Diretoria de Exploração e Produção. Além disso, ele admitiu ter recebido propina ‘por ocasião de outro contrato firmado entre a empresa Progress, representada por Julio Faerman e a Transpetro’, em ‘1997 ou 1998’. Ainda segundo Barusco, as propinas acertadas entre ele e Julio Faerman continuaram nos anos seguintes, quando ele já havia ocupado o cargo de gerente-executivo de Engenharia, na diretoria de Abastecimento de Paulo Roberto Costa. Ele admitiu, por exemplo ter recebido propina de Faerman por um contrato de 2007, já no governo Lula, da plataforma P57. O valor total do contrato, segundo o ex-gerente, era de R$ 1,2 bi, do qual ele admitiu ter recebido 1% de propina entre 2007 e 2010. Investigada na Holanda, a SBM Offshore, empresa de locação de navios-plataforma a petroleiras, é acusada de pagar US$ 250 milhões em propinas em todo mundo”.

Sangrar Dilma e destruir a Petrobras

Se confirmado este trecho da sinistra “delação premiada”, ficaria confirmado que o esquema de corrupção na Petrobras é antigo. Que ele começou durante o reinado de FHC – que inclusive abrandou as regras de licitação e facilitou o desvio de grana para a corrupção. Ficaria ainda provado que várias empresas – que agora tentam posar de vítimas – há muito se utilizam de mecanismos ilícitos para obter privilégios.

O esquema de pagamento de propina é internacional. Não afeta apenas o Brasil. Tais fatos abalariam a campanha denuncista da mídia tucana, que explora o vazamento ilegal dos depoimentos para desgastar a imagem do governo Dilma e para atacar a Petrobras.

A mídia privada e entreguista, com destaque para o próprio Estadão, sempre fez campanhas visando destruir a Petrobras, privatizá-la e entregá-la às multinacionais do petróleo.

No que se refere às denúncias de corrupção contra o PT, a legenda imediatamente reagiu. “A assessoria de imprensa do PT reitera que o partido recebe apenas doações legais e que são declaradas à Justiça Eleitoral. As novas declarações de um ex-gerente da Petrobras, divulgadas hoje (5), seguem a mesma linha de outras feitas em processos de ‘delação premiada’ e que têm como principal característica a tentativa de envolver o partido em acusações, mas não apresentam provas ou sequer indícios de irregularidades e, portanto, não merecem crédito. Os acusadores serão obrigados a responder na Justiça pelas mentiras proferidas contra o PT”, afirma a nota oficial.

Já o tesoureiro da sigla, João Vaccari – que foi vítima de um circo midiático da “condução coercitiva” montado em sua residência – também divulgou nota em que afirma que, “por sua defesa, vem a público para dizer que há muito ansiava pela oportunidade de prestar os esclarecimentos que nesta data foram apresentados à Polícia Federal, para de forma cabal, demonstrar as inúmeras impropriedades publicadas pela imprensa nos últimos meses, envolvendo seu nome. Reitera, mais uma vez, que o PT não tem caixa dois, nem conta no exterior, que não recebe doações em dinheiro e somente recebe contribuições legais ao partido, em absoluta conformidade com a Lei, sempre prestando as respectivas contas às autoridades competentes. Sua defesa registra ainda, que o Sr. Vaccari permanece à disposição das autoridades, para prestar todos e quaisquer esclarecimentos, e que sua condução coercitiva, desta data, entendeu-se desnecessária, pois bastaria intimá-lo”.

O x da questão da Petrobras

por Emir Sader

Corriam soltas as salivações, orgasmos múltiplos se multiplicavam pelas redações. Quando, de repente, só que não. Deu zebra. Dilma nomeou o presidente do BB.

 Julio Carrión Cueva

Julio Carrión Cueva

Estava tudo pronto. A pantomima parecia funcionar conforme o desenhado. Cada ator cumpria perfeitamente o seu papel. Tudo parecia indicar o final sonhado.

Primeiro criou-se a imagem do caos da Petrobras, apesar da empresa bater recordes de produção. Mas o monopólio privado da mídia encarregou-se de reverter o nome publico da empresa. O fundamental parecia ter sido feito: a reversão da imagem da empresa de orgulho nacional para problema nacional.

Aí se passou à segunda fase da operação. Empresa falida, soluções: abertura do capital estrangeiro no Pré-sal (lógico), contra o regime de partilha, fim dos componentes nacionais, vender o que dá prejuízo, baixar o perfil da empresa ao mínimo. Soluções e agentes: abriu-se o álbum de figurinhas e se colocou a circular os novos heróis da direita, que iam resgatar a Petrobras das garras estatizantes do PT e jogá-la no colo do mercado. De Paulo Lehman a Henrique Meirelles, não faltou nenhum.

Era só sentar pra esperar a que salvador do mercado a Dilma ia apelar. E começar a sonhar com entrar na sala da presidência da Petrobras – como em outros tempos – para entrevistas e outros papos.

Soltar periodicamente boatos para que a bolsa e as próprias ações da Petrobras disparassem – o preferido era que o Meirelles ja estaria assumindo -, para desovar ações compradas na baixa. E preparar as manchetes: Dilma se rende ao mercado, nomeia tal ou qual, mercado adora e Bolsa dispara.

Corriam soltas as salivações tipo pavloviano, orgasmos múltiplos se multiplicavam pelas redações. Quando, de repente, só que não. Deu zebra. Dilma nomeia o presidente do Banco do Brasil.

Aí acionou-se o plano B: Mercado se decepciona e Bolsa despenca! Onde está o dossiê de denuncias do cara nomeado? O que fazer agora? Dizer que a Dilma tentou todos os da lista do mercado e nenhum aceitou? Ou que o vicio estatizante dela prevaleceu? Dizer que houve muita divergência dentro do governo, na Petrobras e no próprio PT.

Passar a tomar o Bendine como vítima privilegiada, para tentar que não se fortaleça, que não se estabilize, que não dirija um processo de resgate e de fortalecimento da Petrobras.

Clima depressivo nas redações, de rancor, de ódio, de frustração. As manchetes de domingo, as capas das revistas, estavam prontas. A euforia deu lugar à depressão, ao clima de derrota. Tudo para dar no Bendine.

A pantomima deu errado, essa é que é a verdade, quando até alguns no campo da esquerda davam a batalha por perdida. Os nomes não eram apenas nomes, representavam interesses radicalmente distintos. A grande maioria, do “mercado”, que é que jogou pesado contra a Petrobras, cuja simpatia haveria que reconquistar, então nada melhor que alguém do “mercado”, para que o “mercado” ficasse contente.

Só que essa conquista significaria atentar centralmente contra o caráter público da Petrobras e entregá-la à esfera mercantil, aos interesses privatistas. Os mesmos que chegaram a fazer com que ela se chamasse, por um dia, Petrobrax. Esse o x da questão. Quem resgata a Petrobras é o mercado ou é a esfera publica?

Depende do diagnóstico que se faça. O da direita é o de que os problemas da empresa vem do seu caráter estatizante. O diagnóstico da esquerda é de que os problemas vieram da penetração de interesses e comportamentos privatizantes no seio da empresa.

No primeiro caso, se trataria de avançar na direção da privatização da empresa, da sua imersão na dinâmica do mercado. No segundo, de restabelecer plenamente seu caráter público, eliminando comportamentos e interesses mercantis de dentro da empresa.

Esse o x da questão da Petrobras, o mesmo x que o governo FHC quis introduzir no nome da empresa, mas a opinião pública impediu.

A matriz de todos os escândalos

por Luciano Martins Costa

pode imprensa elite

 

O noticiário de sexta-feira (6/2) marca a culminância da escalada de denúncias no escândalo da Petrobras. O ponto alto é a declaração de um dos acusadores, o ex-gerente executivo Pedro Barusco, segundo o qual o Partido dos Trabalhadores recebeu, ao longo de dez anos, um total que pode chegar a US$ 200 milhões de empresas que detinham os maiores contratos com a estatal. A denúncia produz o fenômeno das manchetes trigêmeas, que já se tornou rotina na imprensa brasileira.

Como basicamente tudo que se tem publicado até aqui tem a mesma fonte, ou seja, confissões feitas por operadores do esquema que negociam penas mais brandas, a verdade aparente é apenas aquela que os jornais definem como tal. No entanto, o cruzamento das denúncias permite prever uma mudança importante na direção do escândalo, pelo simples fato de que a pista que leva ao tesoureiro do PT, João Vaccari Neto, também conduz à direção do PSDB.

Entre as confissões de Barusco, cujo ponto central, na escolha dos editores, é sua suposta relação com o tesoureiro do PT, oculta-se uma informação crucial para colocar em novo contexto o escândalo da Petrobras: o autor da delação premiada informa que o esquema de desvios começou em 1997, o ano em que o monopólio da Petrobras, instituído por Getúlio Vargas em 1953, foi revogado pelo então presidente Fernando Henrique Cardoso. O esquema que agora sitia a presidente Dilma Rousseff foi consolidado e institucionalizado na empresa no ano 2000, segundo o denunciante.

O que não está dito nas reportagens é que o governo do PSDB havia se empenhado durante anos em desmontar a estrutura de poder da Petrobras, acusada publicamente pelo falecido ministro das Comunicações, Sérgio Motta, de ser “o último esqueleto da República”, que precisaria ser desmontado “osso a osso”. Ele se referia à estrutura de mando da estatal, que se mantinha fechada em um complexo sistema corporativo virtualmente impermeável à ação do Estado.

O esquema de corrupção nasceu associado ao processo de desmanche do corporativismo, consolidou-se com o fim do monopólio e, pelo que revela a “Operação Lava Jato”, já dominava a empresa no ano 2000. Mas a imprensa determinou que só é importante descobrir o que aconteceu a partir de 2003.

Vazamentos seletivos

O único dos três grandes diários de circulação nacional que dá algum destaque a esse “pormenor” das confissões de Pedro Barusco é a Folha de S.Paulo, em reportagem com o seguinte título: “Ex-gerente diz que começou a receber propina na era FHC”. O Globo faz apenas uma breve referência, num perfil do acusado, e o Estado de S.Paulo ignora a informação.

O critério da Folha aponta para a conveniência de determinar o ponto inicial do esquema de corrupção, mas os outros jornais não consideram isso importante. Se tivesse o interesse autêntico de investigar com profundidade e revelar a extensão do escândalo que abala a Petrobras, a imprensa teria mergulhado há muito tempo no histórico da empresa a partir do fim do monopólio, fato que marca a tomada do controle por agentes públicos.

Desde o final dos anos 1990, a estatal viveu fracionada entre dois mundos: o dos gerentes executivos formados na empresa e o dos executivos impostos pelo sistema de partilha de cargos que sustenta o poder de Brasília. Pelo que se pode depreender das denúncias, a corrupção se instalou quando os dois grupos se entenderam.

Como no caso chamado de “mensalão”, o sistema foi montado sob os governos do PSDB e passado aos sucessores em praticamente todos os escalões da República. Mas, como na Ação Penal 470, há um recorte seleto em tudo que vaza ou, do que vaza, em tudo que se publica. Uma evidência desse cuidado seletivo é o fato de que a declaração publicada nas edições de sexta-feira (6/2) foi feita no dia 20 de novembro do ano passado.

Apesar de a maior parte do noticiário ter como origem declarações de réus que fazem denúncias em troca de benefícios da Justiça, e a despeito das muitas contradições quanto aos valores que teriam sido desviados nos acordos com grandes empreiteiras, é incontestável que a corrupção se tornou endêmica, como declarou o denunciante que ganhou as manchetes na sexta-feira (6).

O interesse do ex-presidente Fernando Henrique Cardoso em apontar o dedo para a presidente Dilma Rousseff, com sua tentativa de inspirar um processo de impeachment, pode esconder uma manobra para impedir que a investigação coloque uma lente na biografia de seu antigo ministro das Comunicações.

Só se vai chegar ao esclarecimento completo do escândalo da Petrobras se a Justiça e a imprensa vasculharem suas origens. Observatório da Imprensa

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Nós, leitores, e a Petrobras

por Carlos Castilho

medo imprensa jornalismo terror

O público brasileiro está sendo submetido a um verdadeiro massacre informativo envolvendo a corrupção na Petrobras. A intensidade do noticiário já deixou de ser uma opção questão meramente jornalística para se transformar num caso típico de campanha movida pelos principais órgãos de imprensa do país.

Os fatos passaram a ser menos importantes do que as versões e o que era inicialmente a cobertura de um escândalo de corrupção desdobrou-se numa trama de problemas que no seu conjunto procura transmitir aos consumidores de notícias a percepção de que o país caminha para o caos.

O caso das propinas na Petrobras acabou vinculado pela imprensa à crise energética quando o uso de combustíveis para amenizar os efeitos da redução da capacidade de geração hidrelétrica do país provocou uma disparada nos preços ao consumidor. O link entre Petrobras e a crise hídrica permitiu criar a sensação de instabilidade e insegurança econômica entre as pessoas que já não sabem mais quando e como começará o racionamento de energia e se a inflação vai disparar ou não.

A análise da estratégia noticiosa adotada pela imprensa aponta claramente na direção de um acúmulo, intencional ou não, de problemas. Os casos Petrobras e crise hídrica serviram de pretexto para que instituições internacionais de credibilidade duvidosa, como a agência Moody’s, rebaixassem o Brasil nos mercados financeiros internacionais, o que provocou um efeito cascata da desvalorização do real e o fantasma da fuga de investidores externos.

Esse conjunto entrelaçado de notícias sem a devida contextualização tende a aumentar a orfandade do público, e há duas alternativas possíveis: uma é o cansaço e exaustão do público em relação a repetição exaustiva no noticiário de depoimentos, documentos, acusações, explicações canhestras envolvendo tanto o caso da Petrobras como o da crise hídrica. O desdobramento seria a perda de interesse.

A outra alternativa é o fim da paciência dos leitores, que passariam a exigir medidas drásticas – o que criaria o ambiente adequado para mudanças institucionais tanto na estatal petrolífera como no próprio governo. A imprensa, obviamente, nega esta intenção mas sua estratégia na produção e veiculação de notícias envolvendo a crescente associação entre a corrupção na Petrobras e a crise hídrica torna quase inevitável uma radicalização política que pode vir tanto pelas ruas como por maquinações legislativas ou judiciais.

O que nós, leitores, ouvintes, telespectadores ou internautas estamos perdendo é a noção de onde estão os fatos reais. O caso da Operação Lava Jato tende a transmitir para a população a ideia de que a Petrobras está quebrada por conta das estimativas bilionárias da corrupção interna, mas o respeitado comentarias da Folha de S.Paulo Janio de Freitas aponta, com dados, justamente o contrário (ver “Reino do ‘nonsense’”). Janio tem um histórico de integridade profissional intocável e não arriscaria seu prestígio numa informação sem fundamento.

O mesmo acontece com a crise de falta d’água, onde a avalancha de dados a favor e contra o racionamento se avolumam com um claro predomínio das percepções pessimistas. A gente só descobre que há um outro lado na questão hídrica quando vai para as redes sociais, blogs e páginas web alternativas. Nenhum lado chega a ser 100% convincente porque a crise hídrica é tão complexa quanto as investigações do escândalo de Petrobras.

A confusão informativa cresce na proporção direta da intensificação do bombardeio noticioso que funciona como uma espécie de preparação do estado de espírito do público em relação a medidas futuras mais radicais. Referências à privatização da Petrobras e ao impeachment da presidente Dilma Rousseff já circulam nas redações e lobbies político-empresariais.

Não há dúvida de que sempre existiu corrupção na Petrobras porque o superfaturamento e as propinas são instrumentos institucionais na política brasileira há décadas e sem eles a maioria esmagadora dos políticos com mandato não teria sido eleita. Também não há dúvida de que a falta de chuvas agravou o problema energético do país. São questões recorrentes que foram transformadas pelo noticiário da imprensa em crises terminais da politica energética vigente no país.

A solução para ambas teria que surgir num ambiente tranquilo de reflexão, debate e experimentação, envolvendo uma participação crescente da sociedade brasileira que, no fundo, é a principal e maior interessada. Mas o que a imprensa e os políticos estão fazendo é criar um clima de agitação, instabilidade, insegurança e imprevisibilidade para dissimular a luta pelo poder. Nós, leitores, somos as principais vítimas desse processo, porque não sabemos o que está acontecendo. Os porta-vozes do governo estão desacreditados por sua insistência numa visão rósea da realidade nacional, enquanto a oposição e os interesses corporativos adotam o discurso pessimista.

A conjuntura atual está claramente vinculada ao início da batalha eleitoral para a sucessão de Dilma. Depois que o escândalo do mensalão cortou um dos mananciais de financiamento ilegal de campanhas eleitorais do PT e aliados, a Petrobras passou a ser a grande torneira para irrigar a o projeto da volta de Lula ao poder. A Operação Lava Jato está fechando também esta fonte de recursos para o caixa 2 eleitoral, com o claro objetivo de asfixiar financeiramente o Partido dos Trabalhadores. É uma estratégia editorial vinculada a uma estratégia eleitoral, só que a imprensa procura induzir o público a achar que o objetivo é exclusivamente moralizador. Observatório da Imprensa

O cenário do escândalo

por Luciano Martins Costa

jornalismo imprensa informação indignados

A demissão coletiva de diretores da Petrobras, que obriga à substituição urgente da presidente da empresa, é manchete em todos os jornais de circulação nacional nesta quinta-feira (5/2). O noticiário vem recheado de especulações sobre o nome a ser indicado para o lugar de Graça Foster, e essa escolha poderá diminuir o empenho da imprensa em desconstruir a reputação da estatal: um dirigente simpático ao mercado fará concentrar o foco dos jornais exclusivamente no campo político.

A presidente demissionária personificou, nos últimos dias, todos os vícios da empresa, no esforço que faz a mídia tradicional para desviar o dedo da Justiça: pela primeira vez, num escândalo de corrupção, a investigação havia colocado no centro do palco os corruptores, empresários e executivos até então intocáveis. Aos poucos, as evidências de que parte do dinheiro desviado foi destinada ao caixa de partidos, dominaram a cena midiática.

Mas, como observa o colunista Janio de Freitas na Folha de S. Paulo (ver aqui, na versão reproduzida pelo site jornalggn.com.br), há duas versões da Petrobras – a de uma empresa destruída pela incúria e a corrupção, e a de uma empresa vencedora, que bate recordes de produção e produtividade e ganha prêmios pela inovação tecnológica. Os editores escondem que a Petrobras segue operando em plena capacidade, que o grosso dos investimentos para exploração do pré-sal já foi feito, porque sabem que ela aguenta o impacto negativo do noticiário.

Esse noticiário tem outros objetivos, como o de justificar o pedido de impeachment da presidente da República, imaginado na cabeça coroada do ex-presidente Fernando Henrique Cardoso. O parecer que insere a tentativa de golpe na agenda política, assinado pelo tributarista Ives Gandra Martins, conselheiro espiritual do governador de São Paulo, Geraldo Alckmin, tem o curioso critério de limitar o período de investigação do escândalo da Petrobras ao mandato da atual presidente. [Este “curioso critério” manifesta a parcialidade e partidarismo do noticiário, e a imoralidade, a injustiça, a maldade, e os estranhos interesses encobertos de qualquer investigação] 

Esse seria seu argumento básico para uma defesa técnica do impedimento da chefe do governo. Outro parecer poderia argumentar que o inquérito intitulado Operação Lava Jato alcança um período maior, mas isso não ajudaria a concentrar o foco na presidente demissionária da Petrobras e, por extensão, na presidente da República.

Atiçando apetites

Os juristas costumam citar o bordão do Direito romano segundo o qual “Quod non est in actis non est in mundo”, ou seja, o que não está nos autos de um processo não está no mundo (jurídico). Ora, o mesmo se pode dizer do noticiário: o que não está na mídia não está na agenda pública.

A imprensa se esforça em manipular essa agenda, se possível tirando de cena, ou colocando em segundo plano, os autores da corrupção, e trazendo para o círculo do holofote a figura da presidente da Petrobras, para, através dela, atingir a presidente da República. A manobra estimula o apetite de aventureiros que ocupam cadeiras do Congresso Nacional, cujas biografias têm como característica comum a facilidade com que trocam de chapéu entre as bandas da situação e da oposição.

A única barreira que impede o ingresso do Parlamento na manobra armada pelo ex-presidente Fernando Henrique é o imenso cacife eleitoral de seu sucessor, o ex-presidente Lula da Silva. Essa circunstância cria um roteiro bizarro: quanto mais a imprensa bate na presidente Dilma Rousseff, mais aumenta o potencial de Lula vir a se eleger em 2018, porque, ao contrário dele, a atual presidente não conta com o apoio incondicional da massa de militantes de seu partido.

Seria necessário sustentar nas manchetes um bombardeio sem tréguas durante quatro anos – ou obter rapidamente o afastamento da presidente da República – para minar esse patrimônio que poderia reconduzir o ex-líder metalúrgico ao Planalto.

A observação dos movimentos da mídia tradicional é facilitada pelo fato de que ela se anima por um único interesse: reverter o modelo que coloca o Estado como condutor e regulador da política econômica – e não apenas como observador das disputas entre as forças do mercado. A Petrobras se tornou símbolo desse modelo, quando trocou o sistema de concessão, criado por Fernando Henrique Cardoso em 1997, pelo sistema de partilha, instituído por Lula em 2009.

As grandes multinacionais do setor petrolífero ficaram sem concessões no principal manancial de óleo do mundo que não está sendo operado em região sob conflito. A imprensa brasileira aplaudiu o fim do monopólio da Petrobras, em 1997, e condenou o modelo do pré-sal em 2009.

Esse é o contexto por trás das manchetes de quinta-feira (5/2), mas não se pode afirmar que se trata de uma conspiração internacional. Trata-se apenas, e vulgarmente, da velha disputa política doméstica. [Uma imprensa privatista, contaminada pelo capital estrangeiro, e monopolizada por famílias que possuem diferentes negócios, inclusive na Petrobras, defende mais os interesses de um sócio como George Soros, que a independência econômica do Brasil. Atenção: os comentários entre colchetes são do editor deste blogue: T.A.] Publicado in Observatório da Imprensa 

Para os petroleiros os inimigos da Petrobras estão contra Dilma e o Brasil

* Federação Única dos Petroleiros denuncia: A Petrobrás tem sido alvo de um bombardeio de notícias sem adequada verificação, muitas vezes falsas, com impacto sobre seus negócios, sua credibilidade e sua cotação em bolsa. É um ataque sistemático que, ao invés de esclarecer, lança indiscriminadamente a suspeita sobre a empresa, seus contratos e seus 86 mil trabalhadores dedicados e honestos.

* A Petrobrás já nasceu sob o ataque de “inimigos externos e predadores internos”, como destacou a presidenta Dilma Rousseff. Contra a criação da empresa, em 1953, chegaram a afirmar que não havia petróleo no Brasil. São os mesmos que sabotaram a Petrobrás para tentar privatizá-la, no governo do PSDB, e que combateram a legislação do Pré-Sal

* O povo brasileiro, mais uma vez, que defenderá a empresa construída por gerações, que tem a alma do Brasil e simboliza nossa capacidade de construir um projeto autônomo de Nação

 

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Manifesto dos petroleiros para a Nação:
Defender a Petrobrás é defender o Brasi

 

Há quase um ano o País acompanha uma operação policial contra evasão de divisas que detectou evidências de outros crimes, pelos quais são investigadas pessoas que participaram da gestão da Petrobrás e de empresas fornecedoras. A ação institucional contra a corrupção tem firme apoio da sociedade, na expectativa de esclarecimento cabal dos fatos e rigorosa punição dos culpados.

É urgente denunciar, no entanto, que esta ação tem servido a uma campanha visando à desmoralização da Petrobrás, com reflexos diretos sobre o setor de Óleo e Gás, responsável por investimentos e geração de empregos em todo o País; campanha que já prejudicou a empresa e o setor em escala muito superior à dos desvios investigados.

A Petrobrás tem sido alvo de um bombardeio de notícias sem adequada verificação, muitas vezes falsas, com impacto sobre seus negócios, sua credibilidade e sua cotação em bolsa. É um ataque sistemático que, ao invés de esclarecer, lança indiscriminadamente a suspeita sobre a empresa, seus contratos e seus 86 mil trabalhadores dedicados e honestos.

Assistimos à repetição do pré-julgamento midiático que dispensa a prova, suprime o contraditório, tortura a jurisprudência e busca constranger os tribunais. Esse método essencialmente antidemocrático ameaça, hoje, a Petrobrás e suas fornecedoras, penalizadas na prática, enquanto empresas produtivas, por desvios atribuídos a pessoas físicas.

Ao mesmo tempo, o devido processo legal vem dando lugar ao tráfico seletivo de denúncias, ofensivo à consciência jurídica brasileira, num ambiente de obscuridade processual que propicia a coação e até o comércio de testemunhos com recompensa financeira. Na aparente busca por eficácia, empregam-se métodos que podem – isto, sim – levar à nulidade processual e ao triunfo da impunidade.

E tudo isso ocorre em meio a tremendas oscilações no mercado global de energia, num contexto geopolítico que afeta as economias emergentes, o Brasil, o Pré-Sal e a nossa Petrobrás.

Não vamos abrir mão de esclarecer todas as denúncias, de exigir o julgamento e a punição dos responsáveis; mas não temos o direito de ser ingênuos nessa hora: há poderosos interesses contrariados pelo crescimento da Petrobrás, ávidos por se apossar da empresa, de seu mercado, suas encomendas e das imensas jazidas de petróleo e gás do Brasil.

Historicamente, tais interesses encontram porta-vozes influentes na mídia e nas instituições. A Petrobrás já nasceu sob o ataque de “inimigos externos e predadores internos”, como destacou a presidenta Dilma Rousseff. Contra a criação da empresa, em 1953, chegaram a afirmar que não havia petróleo no Brasil. São os mesmos que sabotaram a Petrobrás para tentar privatizá-la, no governo do PSDB, e que combateram a legislação do Pré-Sal.

Os objetivos desses setores são bem claros:

– Imobilizar a Petrobrás e depreciar a empresa para facilitar sua captura por interesses privados, nacionais e estrangeiros;

– Fragilizar o setor brasileiro de Óleo e Gás e a política de conteúdo local; favorecendo fornecedores estrangeiros;

– Revogar a nova Lei do Petróleo, o sistema de partilha e a soberania brasileira sobre as imensas jazidas do Pré-Sal.

Para alcançar seu intento, os predadores apresentam a Petrobrás como uma empresa arruinada, o que está longe da verdade, e escondem do público os êxitos operacionais. Por isso é essencial divulgar o que de fato aconteceu na Petrobrás em 2014:

– A produção de petróleo e gás alcançou a marca histórica de 2,670 milhões de barris equivalentes/dia (no Brasil e exterior);

– O Pré-Sal produziu em média 666 mil barris de petróleo/dia;

– A produção de gás natural alcançou 84,5 milhões de metros cúbicos/dia;

– A capacidade de processamento de óleo aumentou em 500 mil barris/dia, com a operação de quatro novas unidades;

– A produção de etanol pela Petrobrás Biocombustíveis cresceu 17%, para 1,3 bilhão de litros.

E, para coroar esses recordes, em setembro de 2014 a Petrobrás tornou-se a maior produtora mundial de petróleo entre as empresas de capital aberto, superando a ExxonMobil (Esso).

O crescente sucesso operacional da Petrobrás traduz a realidade de uma empresa capaz de enfrentar e superar seus problemas, e que continua sendo motivo de orgulho dos brasileiros.

Os inimigos da Petrobrás também omitem o fato que está na raiz da atual vulnerabilidade da empresa à especulação de mercado: a venda, a preço vil, de 108 milhões de ações da estatal na Bolsa de Nova Iorque, em agosto de 2000, pelo governo do PSDB.

Aquela operação de lesa-pátria reduziu de 62% para 32% a participação da União no capital social da Petrobrás e submeteu a empresa aos interesses de investidores estrangeiros sem compromisso com os objetivos nacionais. Mais grave ainda: abriu mão da soberania nacional sobre nossa empresa estratégica, que ficou subordinada a agências reguladoras estrangeiras.

Os últimos 12 anos foram de recuperação e fortalecimento da empresa. O País voltou a investir em pesquisa e a construir gasodutos e refinarias. Alcançamos a autossuficiência, descobrimos e exploramos o Pré-Sal, recuperamos para 49% o controle público sobre o capital social da Petrobrás.

O valor de mercado da Petrobrás, que era de 15 bilhões de dólares em 2002, é hoje de 110 bilhões de dólares, apesar dos ataques especulativos. É a maior empresa da América Latina.

A participação do setor de Óleo e Gás no PIB do País, que era de apenas 2% em 2000, hoje é de 13%. A indústria naval brasileira, que havia sido sucateada, emprega hoje 80 mil trabalhadores. Além dos trabalhadores da Petrobrás, o setor de Óleo e Gás emprega mais de 1 milhão de pessoas no Brasil.

É nos laboratórios da Petrobrás que se produz nosso mais avançado conhecimento científico e tecnológico. Os royalties do petróleo e o Fundo Social do Pré-Sal proporcionam aumento significativo do investimento em Educação e Saúde. Este é o papel insubstituível de uma empresa estratégica para o País.

Por tudo isso, o esclarecimento dos fatos interessa, mais do que a ninguém, aos trabalhadores da Petrobrás e à população brasileira, especialmente à parcela que vem conquistando uma vida mais digna.

Os que sempre tentaram alienar o maior patrimônio nacional não têm autoridade política, administrativa, ética ou moral para falar em nome da Petrobrás.

Cabe ao governo rechaçar com firmeza as investidas políticas e midiáticas desses setores, para preservar uma empresa e um setor que tanto contribuíram para a atração de investimentos e a geração de empregos nos últimos anos.

A direção da Petrobrás não pode, nesse grave momento, vacilar diante de pressões indevidas, sujeitar-se à lógica dos interesses privados nem agir como refém de uma auditoria que representa objetivos conflitantes com os da empresa e do País.

A investigação, o julgamento e a punição de corruptos e corruptores, doa a quem doer, não pode significar a paralisia da Petrobrás e do setor mais dinâmico da economia brasileira.

É o povo brasileiro, mais uma vez, que defenderá a empresa construída por gerações, que tem a alma do Brasil e simboliza nossa capacidade de construir um projeto autônomo de Nação.

Pela investigação transparente dos fatos, no Estado de Direito, sem dar trégua à impunidade;

Pela garantia do acesso aos dados e esclarecimentos da Petrobrás nos meios de comunicação, isentos de manipulações;

Pela garantia do sistema de partilha, do Fundo Social e do papel estratégico da Petrobrás na exploração do Pré-Sal;

Pela preservação do setor nacional de Óleo e Gás e da Engenharia brasileira.

Defender a Petrobrás é defender o Brasil – nosso passado de lutas, nosso presente e nosso futuro.

Federação Única dos Petroleiros