Brasil, dictadura, colonización y expansión

Las venas de América Latina siguen sangrando

vale última 1
El 31 de Marzo de 1964, un golpe de Estado encabezado por militares derechistas derroca al presidente João Goulart. El golpe se da como respuesta a medidas nacionalistas tomadas por su gobierno como los controles al aumento del precio de los alquileres, la nacionalización de las refinerías de petróleo, la expropiación de las tierras no explotadas y la limitación de la exportación de ganancias obtenidas por las empresas foráneas, medidas que daban cierta autodeterminación al país, sacudían parte de la injerencia imperialista y afectaban intereses de la oligarquía.

A raíz del golpe, revueltas populares se levantan, los movimientos sociales así como los partidos políticos de izquierda son perseguidos, se cuentan por miles los asesinatos cometidos por la dictadura; la represión es combatida por grupos guerrilleros de ideología marxista e influenciados por el triunfo de la revolución cubana. Mientras el pueblo sufre la represión brutal, la oligarquía nacional brasilera y el imperialismo acrecientan sus inversiones, expanden los latifundios y aumentan sus ganancias y fortunas. 21 años después, la presión popular y el desgaste de la dictadura, la hacen caer, se realizan elecciones directas.

Al final de los años 60 y 70 y como parte de la política económica de la dictadura, se inició una agresiva campaña de “colonización” y expansión de las inversiones en la zona norte del país, más específicamente en región amazónica, lo que produjo deforestación y potrerización de millones de hectáreas con la consecuente concentración y ampliación latifundista (sólo una familia, los Mutrán, llegó a tener más de 50 mil hectáreas), para la misma época -en el año de 1967- se descubren los yacimientos de hierro en la “serra dos Carajás” por una empresa subsidiaria de la “United States Steel Corporation”.

Debido al importante hallazgo la compañía Vale do Rio Doce, para el año de 1970 empieza a desarrollar el “Projeto Carajás”. En esta misma zona fueron también descubiertos otros yacimientos minerales de cobre, manganeso, bauxita, níquel, estaño y oro, además en la región también está la “Serra Pelada”, gigantesca explotación artesanal de oro -que fue inmortalizada por el fotógrafo Sebastián Salgado – ahora abandonada por los pequeños mineros y la riqueza del yacimiento exprimida por la Vale.

El descubrimiento de los yacimientos contribuyó en gran medida a la deforestación de la selva amazónica en esta parte de Brasil, no sólo por los daños ambientales propios de la explotación minera sino también por la ampliación de la frontera agropecuaria con fines latifundistas y la destrucción de miles de hectáreas de bosque para quemar su madera y de esta forma producir el carbón necesario para el funcionamiento de siderúrgicas en la región sur-sureste de Pará, norte del estado de Tocantins y oeste de Maranhão.

La Vale.

preço vale picolé

En la primera fase que se desarrolló en los años 70 y 80 del proyecto Carajás se explotaban cerca de 10 millones de toneladas de hierro al año con una calidad cercana al 70% de hierro en el material extraído, para esos años la Vale do rio doce (Valle del río dulce) era una de las empresas insignias del Estado brasilero que para la primera mitad de los años 90 explotaba en promedio 80 millones de toneladas de mineral de hierro, sin embargo la súper-explotación de los minerales del rico subsuelo de esta parte de la Amazonía aún no empezaba.

Para el año de 1997, en la presidencia del neoliberal Fernando Henrique Cardozo, el gobierno brasilero privatiza la empresa, cambia su nombre de Vale do rio Doce a simplemente Vale, para ese año se produjeron 184.974.000 toneladas de mineral de hierro y acero en el Brasil de las cuales por lo menos 100 millones salieron de las minas del complejo Carajás. La privatización de la empresa aumentó exageradamente la explotación de minerales, para el año 2008 la producción de mineral de hierro y acero en el Brasil llegó a 360.000.000 de toneladas de las cuales 250.000.000 salieron del sur sureste paraense.

En la actualidad la producción brasilera llega a la cifra de 400.000.000 de toneladas al año, de las cuales tres cuartas partes son producidas en el complejo del sureste Paraense dando la increíble cifra de 822.000 toneladas diarias convirtiéndola en una de las minas de hierro más grandes del mundo y con miras a expandirse. Las acciones de la empresa se encuentran en proporción de un 55% en manos de fondos de inversión estatales y un 45% en manos de bancos y otros inversionistas privados, la Vale cotiza sus acciones en las bolsas de valores de París, Nueva York, Hong Kong y São Paulo y junto a la BHP Billingtong (Dueña en Colombia de Cerromatoso en el departamento de Córdoba y accionista de El Cerrejón) y la empresa Río Tinto son las tres mayores mineras a nivel mundial.

Esta gran cantidad de hierro extraído sobrepasa de lejos la demanda interna brasilera que ronda los 35 millones de toneladas anuales y que es suplida por explotaciones en el estado de Minas Gerais por compañías como la propia Vale y Votorantim (ahora dueña de Acerías Paz del Río y Minas Paz del Río en Colombia). Por consiguiente el 90% de la explotación de mineral es para la exportación en bruto a países como Alemania, Estados Unidos, Japón y China, material que es transportado en camiones y por vías férreas por trenes con 300 vagones que hacen entre 6 y 8 viajes de ida e igual número de vuelta al día, desde la región de la explotación hasta el puerto situado en la ciudad de São Luis, capital del estado de Maranhão.

Para el 2014 la empresa Vale obtuvo ganancias netas por el orden de 657 millones de dólares y además pagó 4.200 millones de dólares en dividendos a los accionistas por su producción de 331.6 millones de toneladas de mineral de hierro y sus inversiones en más de 35 países. Sin embargo la empresa calificó el año pasado como “un año muy difícil debido a la caída acentuada hace cinco años de los precios de los commodities.”[1]

En Brasil y debido a leyes y normas de los gobiernos las empresas mineras pagan en materia de impuestos sólo entre el 1 y 3% de las ganancias obtenidas por sus operaciones, dependiendo del mineral extraído, además, reciben exenciones tributarias para actividades como la exportación.

Aparte de las actividades de explotación del mineral, la empresa es dueña de la línea férrea de 900 kilometros que conecta el complejo minero de Carajás con São Luis de Maranhão, del puerto de embarque y de los barcos para la exportación de material.

En Colombia, hasta el año 2012 la empresa Vale tuvo inversiones cercanas a los 300 millones de dólares en el departamento del Cesar, en donde explotaba una mina de carbón térmico que producía alrededor de 4,5 millones de toneladas al año, además poseía un puerto de embarque en el Atlántico y acciones que le daban propiedad de aproximadamente el 10% de Fenoco (ferrocarriles del norte de Colombia), estos activos fueron comprados por un fondo de inversionistas privados.

Los trabajadores.

En los años del funcionamiento de las mineras y el avance territorial del capitalismo en la región se han presentado diferentes transformaciones ecológicas. La región sur de Pará ha visto el nacimiento de ciudades importantes en menos de 30 años, caso emblemático el de la ciudad de Parauapebas que con 27 años cuenta ya con una población cercana a los 300.000 habitantes -quienes en su mayoría están relacionados con la minería, el transporte y los servicios- expulsando a los indígenas y ocupando porciones de selva a las márgenes del río homónimo.

Para llevar a cabo sus operaciones, la Vale Carajás emplea directamente una cifra cercana a los 12.000 trabajadores, sin embargo, por cada trabajador con vinculación directa, la empresa tiene 3 tercerizados es decir, trabajan para la Vale pero su vinculación laboral se hace a través de otras empresas, garantizando salarios más bajos, menores garantías económicas y sindicales y aún más ganancias para la empresa.

Así como en los años anteriores a su privatización la empresa representaba para el estado brasilero un activo estratégico, para los trabajadores se mostraba como una oportunidad de trabajo estable, con salarios que rondaban en promedio el equivalente a 10 salarios mínimos mensuales y otros beneficios. A raíz de la privatización de la empresa las vinculaciones se han pauperizado, los salarios han bajado hasta 2.5 salarios mínimos mensuales en promedio y por la “crisis” de la empresa se han recortado beneficios como el subsidio de arriendo para vivienda, la bolsa de alimentación y el paquete de salud.

Es importante resaltar que según algunos estudios, los trabajadores de este tipo de minería monstruosa tienen probabilidades significativamente más elevadas de sufrir amputaciones, la muerte o problemas mentales asociados a la esquizofrenia.

Para enfrentar las intenciones de los patronos y darle mayor fuerza a la lucha de los trabajadores, se creó Metabase, sindicato de los trabajadores de la industria de hierro y metales básicos, que cuenta con 23 seccionales estaduales en Brasil y miles de asociados. Sin embargo y en contra de los intereses de los obreros, en 22 de las 23 seccionales del sindicato las direcciones apoyan decididamente las medidas de la empresa llegando incluso a perseguir a trabajadores que promueven reivindicaciones obreras, a esta dinámica de cooptación del movimiento sindical sólo escapa la seccional de estado de Minas Gerais.

Para el caso de Carajás, de los trabajadores vinculados directamente, 4.000 están afiliados al sindicato constituyendo de esta manera la mayor seccional del sindicato en el Brasil, también en manos de los patronos pero con un creciente Movimiento de oposición sindical que por un lado ha sido apoyada por movimientos sociales y reprimida por la empresa y sus esbirros en el sindicato.

La disputa por el sindicato en Pará ha tenido como centro de la persecución al trabajador Anízio Álves Teixeira, uno de los impulsores del Movimiento de oposición sindical y candidato a las elecciones del sindicato por la chapa (plancha) 2, Anízio fue despedido ilegalmente de la empresa, por sus labores políticas, por la distribución y participación en la edición del informativo “a classe operaria sem censura” (“la clase trabajadora sin censura”) que denuncia los movimientos de la empresa así como el mal proceder de las directivas del sindicato. Un juez ordenó la restitución de Anízio a su trabajo a lo que la empresa ha contestado dilatando la realización de las elecciones, presionando al sindicato para declarar ilegal la postulación de la chapa 2 y buscando que sus miembros sean despedidos.

El capital arremete y clava sus garras con más fuerza.

fhac vale

La división internacional del trabajo como repartición capitalista del mundo impuesta violentamente o por medio de medidas que buscan explotar las “ventajas comparativas” con locomotoras o planes desarrollistas, busca los mayores rendimientos para la acumulación de capital pasando por encima de comunidades, biomas y territorios sin importar necesidades reales de pueblos y naciones.

En esta división capitalista del mundo, a las tierras del sur se nos imponen las necesidades de las transnacionales y del imperialismo como propias, así, nuestros países se convierten en productores de materias primas – commodities -.

En la amazonia brasilera aparte de la depredación causada por la Vale, los inversionistas están inyectando enormes cantidades de dinero para la instalación de monocultivos de maderables como pino, eucalipto y teca, y cereales como soja y maíz –agronegocio-, construyendo enormes represas para la generación de energía –hidronegocio- y cebando millones de cabezas de ganado para la exportación – 70 millones de cabezas de ganado tiene en la actualidad la región norte de Brasil-, negocios que necesitan de un paso anterior común: la deforestación y el desplazamiento de comunidades.

Llama la atención que estos intereses son muy parecidos a los que impulsaron la confianza inversionista del expresidente Álvaro Uribe e impulsan la locomotora minero-energética y el proyecto de las Zonas de interés de desarrollo empresarial ZIdres de Santos en Colombia, así como el proyecto de interconexión internacional IIRSA para la amazonia.

Los pueblos resisten.

La llegada de estas empresas e inversiones generan, de cualquier manera, reacciones, ya sea en muchos casos de postración a los intereses del capital por gran parte de los gobiernos o la disputa por el territorio y el manejo soberano de los bienes de la naturaleza, que hacen las comunidades para desarrollar lo que han denominado un proyecto popular para Brasil.

Es así como el Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra –MST- hace frente al latifundio con tomas de tierras, campamentos y lucha política por una reforma agraria que vaya más allá de la distribución de la tierra y garantice un buen vivir para los campesinos y una lucha frontal contra el agronegocio y la llamada revolución verde.

Contra la minería en sus afectaciones y su política se destacan el Movimiento Nacional por la soberanía popular frente a Mineração –MAM-y los sectores del sindicalismo popular, así como comunidades indígenas, campesinas y negras que viven en carne propia los problemas causados por la minería.

Existe además el Movimento dos atingidos pelas barragens –MAB- movimiento que tiene reivindicaciones contra las hidroeléctricas y sus afectaciones.

Estos movimientos son sólo una muestra de las organizaciones que resisten existentes en la región y en Brasil en general.

La lucha para detener el desangre de las riquezas naturales de nuestras naciones y pueblos traspasa esfuerzos individuales y necesita de organizaciones sociales y populares, regionales, nacionales e internacionales que encaminen sus esfuerzos para la construcción de un proyecto económico político y social que deje atrás el capitalismo y su depredación natural y humana.

En los últimos años se han dado pasos en firme para la consolidación de articulaciones internacionales de lucha como lo son la Vía Campesina a la cual el Coordinador Nacional Agrario CNA hace parte y el ALBA de los pueblos que cuenta con la participación del Congreso de los pueblos.

Las luchas locales y propias de nuestras comunidades en pos de la soberanía y autodeterminación de los pueblos son aporte y garantía para las luchas del mundo y apoyo real para hacerle frente a las transnacionales de múltiples facetas y expresiones como la Vale.
Nota

ar_uno. vale

[1] Palabras de Luciano Siani, director ejecutivo de Finanzas de Vale, en un video dirigido a los inversores. Información de AFP.
Publicado originalmente en: Trochando Sin Fronteras: http://trochandosinfronteras.info/la-vale-las-venas-de-america-latina-siguen-sangrand/

Borrar el legado de Pinochet

BACHELET PROPUSO UNA NUEVA CONSTITUCION PARA CHILE

Augusto Pinochet, por Sergei Tunin

Augusto Pinochet, por Sergei Tunin

En el aniversario del triunfo del No, la presidenta defendió su gestión, pero admitió también que cometió “errores” que le causaron una fuerte caída en las encuestas. Dijo que durante su gobierno hubo cambios históricos en Chile.

La presidenta Michelle Bachelet afirmó este domingo que en 18 meses de gobierno ha realizado “cambios de magnitud histórica” en Chile, y reafirmó su intención de iniciar un proceso constituyente para tener una nueva Constitución. “Que no nos invada el pesimismo de los que quieren que todo siga igual. En estos 18 meses hemos realizado cambios de magnitud histórica”, dijo Bachelet durante la conmemoración de los 27 años desde que en el plebiscito realizado en 1988 ganó la opción No que determinó el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Ante unos 7500 militantes de la Nueva Mayoría, el conglomerado de partidos de centro izquierda que apoyan su presidencia, Bachelet reafirmó su postura de iniciar un proceso constituyente para obtener una nueva carta magna que reemplace la actual que data de 1980, y que fue aprobada en un cuestionado plebiscito por el régimen de Pinochet. “Iniciaremos en breve el camino de un proceso constituyente que parta desde la propia base social para garantizar que nuestra carta fundamental tenga una legitimidad democrática incuestionable”, aseveró la mandataria socialista.

La Constitución de Pinochet ha sufrido algunas modificaciones en estos 25 años de democracia, pero hasta ahora no se había planteado ninguna iniciativa para erradicarla completamente. Asimismo, destacó los avances alcanzados en cuanto a la reforma educativa que su gobierno ha promovido y que busca acabar con el actual sistema educativo chileno heredado también de la dictadura y que es considerado uno de los más caros y segregados del planeta.

La mandataria ponderó además que durante su gobierno se logró el fin del sistema electoral binominal implementado también en dictadura, y se instauró el voto chileno en el extranjero, como también la aprobación de una reforma tributaria. También, el inicio de la reforma educacional que ya tiene aprobada la ley de inclusión para los colegios; el acuerdo de unión civil “y la eliminación del cobro del cinco por ciento de Salud de nuestros adultos mayores”, entre otros temas.

Bachelet afronta la más baja popularidad para un mandatario chileno desde el retorno a la democracia en 1990 (22 por ciento) luego de que su hijo mayor, Sebastián Dávalos, y su nuera Natalia Compagnon fueran investigados por la Justicia por el “uso de información privilegiada” y “tráfico de influencia” tras una millonaria compra y venta de terrenos en el sur de Chile. “Es cierto que hemos cometido errores y los hemos reconocido, lamentamos no hacer las cosas mejor”, enfatizó la mandataria en un abarrotado Teatro Caupolicán.

La presidenta fue la única oradora del acto, organizado como un apoyo explícito que llega en momentos en que no pasa por su mejor momento político y cuando ha bajado significativamente en las encuestas.

A tono con el sentido de la convocatoria, en las pantallas gigantes instaladas en el lugar se podía leer “Presidenta cuente conmigo”.

En referencia al aniversario del plebiscito que decretó el fin de la dictadura de Pinochet, la mandataria socialista sostuvo que hoy “es un día imborrable que marcó nuestra historia”.

“El plebiscito selló nuestra unidad”, subrayó Bachelet en alusión a los colectivos políticos que votaron por el No y que ahora forman parte de la Nueva Mayoría. “Y esa victoria no es sólo nuestra sino de todo el país”, enfatizó. Flanqueada por todos los presidentes de los partidos políticos y algunos ministros, la mandataria afirmó que “tenemos razones para estar orgullosos, pero que no tenemos que darnos por satisfechos”, ya que se requiere mantener la marcha de las reformas.

“No estamos en la vereda del frente de los cambios, y tenemos las responsabilidad de perseverar, la unidad de los demócrata progresista no es flor de un día”, sostuvo. Afirmó que lo que viene ahora para su gobierno y la coalición es “trabajar con más energía y disciplina” con el fin de asegurar que se requiere culminar la reforma educacional, “la gran tarea de nuestro gobierno”.

Bachelet añadió que debe trabajar para devolver el dinamismo de la economías chilena, bastante alicaída en los últimos meses, enfrentar el tema de la delincuencia, concretar la reforma laboral y seguir sin claudicar en la agenda pro transparencia. “Debemos enfrentar un escenario económico internacional complejo que limita nuestro margen de acción. Estamos plenamente conscientes de ello y ya estamos actuando en consecuencia, hemos presentado un presupuesto prudente y responsable (para el 2016), que nos permite seguir progresando y asegurando los derechos y el gasto social”.

Como corolario de su intervención, la presidenta recordó que “iniciaremos en breve un proceso constituyente que parta de la propia base social”, en referencia a la creación de una nueva Carta fundamental.

LEILA GUERRIERO Y “LOS MALOS”: “SABIA QUE IBA A SER UN LIBRO EXTREMO”

Foto:  Diego Sampere

Foto: Diego Sampere

Por J.C. Ramírez Figueroa*

___

Llega una espeluznante colección de perfiles sobre el horror personificado en América Latina, entre ellos, Mamo Contreras, El Psicópata de Alto Hospicio e Ingrid Olderock, la mujer que entrenaba perros violadores en los años más violentos de la Dictadura. Casi 600 páginas de sangre, horrores y daños profundos que han conmocionado nuestros países.

La escena parece película de Scorsese. O Coppola. O cualquiera de esas que incluyen sangre, compromisos y estupidez cotidiana. Manuel “Mamo” Contreras va al casamiento de su hija, pero una llamada telefónica, mientras iba en auto, cambió sus planes ese 5 de octubre de 1974.

Sus hombres de la DINA habían matado a Miguel Enríquez, líder del MIR. Cuando llegó a la Calle Santa Fe en San Miguel, miró el cadáver, preguntó si habían tomado las huellas y dijo: “Pesquen a este huevón y se lo llevan al Servicio Médico Legal”.

La ceremonia de su hija, comenzó con dos horas de atraso sólo por eso. Pero la fiesta verdadera fue con sus subalternos. Pinochet, su jefe directo, tenía un enemigo menos y Mamo estaba en la gloria.

La “anécdota” aparece en el primer perfil de Los Malos (Ediciones UDP), a cargo de Juan Cristóbal Peña. El libro – y los 14 personajes que lo conforman – puede leerse como un mapa -oscuro, inverso – de América Latina, como explica Leila Guerriero, editora de este grueso volumen de 555 páginas que es la continuación natural de Los malditos, gran hit hispanoamericano de la editorial que buscaba retratar vidas tormentosas de artistas, también editado por ella.

los-malos- leila guerreiro

El horror es el principio activo que acompañará la lectura. Desde Santiago “El Pozorelo” Meza López (México), narcotraficante experto en hacer desaparecer cuerpos en soda cáustica hasta Luis Antonio “Papo” Córdova (Panamá) un policía que se autoproclamó rey de una zona selvática y a quien llamaron, convenientemente, “El rey del miedo”. Desde Bruna Silva (Brasil) que no contenta con cocinar, devoró a sus víctimas hasta Alejandro “Chaqui Chan” Manzano (Colombia) paramilitar, asesino por encargo y encargado de descuartizar a más de 100 personas.

Es recomendable leer cada uno de estos perfiles y luego, salir a tomar aire. Porque esto es un city tour por los rincones más salvajes y demenciales de la condición humana. Como Julio Pérez Silva, “el psicópata de Alto Hospicio” que, según le cuenta un cercano al periodista Rodrigo Fluxá, desde niño tuvo que acostumbrarse de los maltratos de su madre a su padre. “Él era una víctima, un hombre muy pacífico, y ella lo golpeaba. Acá toda la gente escuchaba cuando ella gritaba: ¡Ya perdiste la plata conchetumadre!”. Pero el futuro psicópata, terminó defendiendo y justificando a la madre.

Pequeños detalles que configuran historias complejas. Como sabemos, no hay blanco ni negro, sino zonas sucias que reviven – y resignifican – a personas a las que odiar por sus crímenes es lo correcto. En el capítulo dedicado a Norberto Atilio Bianco, médico argentino que atendía el embarazo de mujeres presas en Dictadura y que decidía el destino del bebé (“La mano que mece la cuna”, Miguel Prenz) se habla de los 100 puntos que obtuvo por sus superiores en competencia, capacidad intelectual, carácter o se cita a su familia que asegura que es “una buena persona” aunque son conscientes que nadie lo creerá. Pero, de todas formas la humanización -anulada en la mitología de un asesino- lo vuelve aun más brutal.

La génesis

El proyecto comenzó -como Los malditos– por idea de Matías Rivas, director de la editorial, explica Guerriero. Le propuso un libro que reuniera perfiles de seres siniestros latinoamericanos que estuvieran vivos (“finalmente, el libro tiene dos muertos. Una es Ingrid Olderock, que está incluida porque a Matías y a mí nos pareció que era indispensable; y el otro es el pandillero apodado El Niño, de El Salvador, a quien mataron un mes después de que el autor me entregara el perfil”).

Los autores de estos perfiles, “tenían que ser gente con acceso a personas muy siniestras o peligrosas que iban a estar seguramente presas, inubicables o escondidas, que iban a ser reticentes a encontrarse con periodistas, tenían que ser capaces de hacer un gran reporteo y de escribir estupendamente bien”

Identificados los autores, la editora se contactó con cada uno de ellos, explicándoles el proyecto. A quienes aceptaron les propuso iniciar una línea de conversación para pensar -entre ambos- a los posibles perfilados de su país.

“Si en el caso de Los malditos fui yo quien, a través de una búsqueda previa, elegí a los escritores malditos para después buscar el mejor autor de cada perfil, aquí fue exactamente al revés porque sabía que los autores que había elegido para escribir conocerían el territorio y los nombres de la maldad en sus países – Panamá, Colombia, Venezuela, Perú, México, etcétera – mucho mejor que yo (puesto que no buscaba sólo nombres tan restallantes como el del Mamo Contreras, sino que quería que el libro fuera una representación del mal en todas sus facetas, desde altos mandos y nombres muy conocidos hasta subalternos no tan renombrados pero con igual capacidad de daño)”.

Recibidas las propuestas, Leila investigó, evaluó y diseño la lista de perfilados. Le interesaba equilibrar el libro. Que no todos los países tuvieran el mismo tipo de individuo. “Como sabés, nuestro continente fue prolífico en dictaduras, por ejemplo, con lo cual hay muchísimos casos de maldad relacionados con torturadores o represores, gente oscura relacionada con distintas fuerzas de seguridad. Pero la idea era mostrar todo el espectro del mal: los abusos de las guerrillas, la trata de blancas, etcétera. Entonces hubo que generar esa suerte de puzzle complejo, modificar algunas opciones. También traté de que, cuando ameritara, el perfilado elegido representara una faceta del mal muy característica de su país. Por ejemplo, en México el perfilado es un hombre que trabajaba para el narco disolviendo cadáveres en soda cáustica, porque el narco es un tema central en México en este momento. O por ejemplo en Colombia, donde busqué específicamente a alguien que pudiera hacer un perfil de un paramilitar. Por otra parte, era importante que el perfilado elegido no fuera lo que llamaba “un caso”. Un hombre que hubiera matado a toda su familia no era alguien para incluir en este libro”.

Y agrega: “Necesitábamos que el mal tuviera trayectoria, recorrido, prontuario, empeño y convicción. Una vez convenido quién sería el perfilado, los periodistas hicieron el reporteo, escribieron, me enviaron los textos, y yo hice el trabajo de edición cuidando cosas que, para mí, eran fundamentales. Sobre todo una: que estuviera la voz de las víctimas. En un libro así, que intenta contar la faceta más terrenal de los malos, que intenta correrlos de la idea tranquilizadora de que son monstruos (un monstruo es una anomalía que se presenta cada cien años; un malo es un ser que puede ser el vecino de enfrente, alguien perfectamente adaptado para vivir en sociedad), la voz de las víctimas no puede faltar. La idea era decir “aquí están estos hombres y estas mujeres: no salieron de un repollo, son producto de las sociedades en las que nosotros nos criamos y vivimos, y ellos hicieron esto. Entendamos esas cabezas, que así es como piensan, sienten y se estructuran”. Pero sin la voz de las víctimas, ese relato no podía existir. Sin la voz de las víctimas, el retrato del malo es una aberración”

Así como nuestro continente tiene zonas geográficas/climáticas diferenciadas (caribe, patagonia, cordillera), el mapa del mal también las tiene?. ¿Hay ciertas características propias de “los malos” dependiendo de la región? No es mi sensación, más allá de que me parece que zonificar el mal – de manera casi meteorológica – sería una frivolidad. Pero sí creo que hay un tipo de maldad que se cobija y se nutre al abrigo de la corrupción, de la impunidad, del mal funcionamiento del estado de derecho, y que se da de forma muy marcada en nuestro continente. Los policías corruptos, los torturadores, los traficantes de mujeres, los narcos en grandes cantidades, sólo son posibles en espacios sociales fragilizados por la ausencia de las instituciones y del estado.

Me interesa mucho el proceso de selección de estos personajes. ¿Qué características vitales debían tener? ¿Exposición pública? ¿Cierto tipo específico de maldad? ¿Una personalidad que pusiera en tensión esa idea un tanto ingenua que los malos son malos en todas sus relaciones 24/7? Algo de eso respondí en la pregunta anterior. Hay perfilados de diversos tipos. Algunos sumamente conocidos en sus países – como el Mamo Contreras o Ingrid Olderock en Chile, o el Tigre Acosta, en la Argentina -, pero otros que no lo son tanto. La exposición pública no contaba en absoluto. Sí era importante lo que te dije antes: que fuera un sujeto con trayectoria en el terreno que nos ocupaba, el del mal. Y que no fuera uno de esos sujetos que provocan cierta simpatía en los lectores, como por ejemplo los estafadores o los asaltantes de bancos (que por un motivo que a mí me cuesta mucho comprender, a mucha gente le parecen una gente de lo mejor). Al hablar con los autores para definir al perfilado de cada uno, lo que intentaba pensar era cuál era la dimensión de daño que había producido esa persona, y cómo jugaba eso en el conjunto del libro. Porque sabía que iba a ser un libro extremo, y hubiera sido injusto incluir allí a cualquier tipo de persona, mezclándola con seres muy oscuros y tenebrosos. Otra cosa importante era el acceso. Me interesaba mucho que esta mirada sobre el mal fuera una mirada en primerísimo plano. Que las personas perfiladas hablaran, dieran su versión de ellos mismos y de los hechos. No se pudo hacer con todos – porque son muy reticentes a hablar con periodistas- pero sí con muchos.

La crónica sobre el Mamo Contreras, precisamente es escalofriante en cuanto a su humanidad. Cuando Cristóbal Peña lo va a visitar y habla con sus familiares, es imposible no sentir una incomodidad. ¡El viejo mandó a matar y torturar! ¡Por eso está en la cárcel! ¡Sin embargo acá aparece como un viejito amable! Aunque, con Ingrid Olderock uno, como lector, jamás puede sacarse de la cabeza la idea/imagen de los perros. Me voy a permitir decir, con cierto énfasis, que el Mamo no “aparece” como un viejito amable. El autor de ese perfil, Juan Cristóbal Peña, se encuentra con el Mamo al final del perfil, en la cárcel. Y no es casual que ese encuentro aparezca en el tramo final del texto. Porque uno, como lector, llega a ver a ese hombre viejo – humanamente viejo – en su celda cuando ya ha leído todo un texto de páginas y páginas a lo largo del cual se ha enterado, por si no lo sabía, de quién es ese hombre. Al final, la mirada del autor hace participar muy generosamente al lector de su propia incomodidad y de su propio desconcierto al encontrarse con él. Si esa escena hubiera estado al principio del perfil, algo hubiera crujido, hubiera hecho ruido. Poner esa escena al final es una decisión estupenda. Cada movimiento de este libro – cada movimiento narrativo – estuvo marcado por decisiones de ese tipo. El final del texto sobre Chaqui Chan, el paramilitar que entrenaba a otros en Colombia y que enseñaba a descuartizar gente, entre otras cosas, es otro ejemplo de eso: el autor, al final del texto, llama por teléfono a Chaqui Chan, que está detenido, para decirle que acaba de hablar con la viuda de una de sus víctimas y que esa mujer lo ha perdonado. No la revelaré acá, pero la respuesta que da Chaqui Chan al otro lado del teléfono, y que es la respuesta con la que termina ese perfil, es un mazazo en la cara del lector. El perfil sería muy otro si ese final no estuviera ahí para decir lo que dice y resignificar todo lo que hemos leído hasta ese momento.

Hay dos cosas que me llaman mucho la atención. Por un lado, cierto carácter seductor de muchos de estos “malos”. O al menos su capacidad de generar alianzas e integrarse a equipos y estructuras organizadas (pienso en “El tigre”, “La cuca” o “Papo” por ejemplo). Por otro lado, ciertas complicidades veladas o explícitas de los ambientes donde trabajan. ¿Estás de acuerdo? ¿Podemos hablar sobre eso? Pienso que esto tiene que ver con lo que te decía al principio. Con ese tipo de maldad que se genera en nuestro continente, y que existe cobijada en la corrupción y la impunidad que producen el mal funcionamiento del estado de derecho.

¿Cual fue tu mayor desafío como editora/compiladora de este libro? Aunque eso daría para otra entrevista, Claramente hay un dialogo entre tu mirada periodística y literaria junto a las de cada uno de los cronistas, con sus matices, obsesiones y arte en la redacción. En verdad, no sé. Fue un libro difícil. La temática era compleja y hubo dificultades para todo el mundo. Para mí, para los periodistas. Para muchos de los periodistas no fue fácil sostener una mirada durante tanto tiempo y de tan cerca con gente como la Cuca Antón, que torturaba mujeres embarazadas. Para muchos de ellos fue perturbador hablar con las familias de los perfilados y descubrir que la madre de un tipo que disolvía gente en ácido era una pobre señora mexicana que vivía en la miseria más rampante esperando cada dos semanas la llamada de su “hijito” desde la cárcel. Un editor tiene que intentar mantenerse sereno y aportar una mirada prudente sobre algo que un periodista quizás no ve tan claro porque está muy cerca del huracán. No hay gente monolíticamente mala pero eso no transforma a esa gente en un ángel. Ser un buen abuelo no te exime de ser un hijo de perra. Lo importante es, en todo caso, mostrarle al lector cuán buen abuelo es el señor equis y mostrarle, dos párrafos más abajo, cómo experimentaba métodos de tortura con un montón de señores puestos ahí para la ocasión.

Al parecer el libro es un formato estupendo para el reportaje de largo aliento. ¿No? La profundidad de la experiencia de inmersión del lector – y la riqueza de datos – es un precio alto que los diarios e incluso revistas que han apostado por los textos cortos, han debido pagar. Al menos así lo veo yo. Si, creo que el libro es un formato estupendo para el periodismo narrativo. De todas maneras, no creo que todos los temas deban o puedan transformarse en un libro. Me parece que hay una gran cantidad de temas que son más adecuados para las revistas, y que no tendrían autonomía para sostener un libro entero. ¿Qué hacemos con esas cosas: no las contamos porque nunca llegarán a un libro; o las contamos mal y cortitas porque ya no publicamos textos largos en las revistas o los diarios? Yo creo que el lugar natural del periodismo narrativo son los medios masivos, sobre todo las revistas, y que, de hecho, hay estupendos libros que antologan crónicas – como Larga Distancia y La guerra moderna, de Martín Caparrós, o La eterna parranda, de Alberto Salcedo Ramos, o Retratos y encuentros, de Gay Talese – que jamás hubieran sido posibles si esos textos no se hubieran publicado previamente en revistas. De modo que lo que quiero decir es que es estupendo que haya libros, pero que eso no exime a las revistas de darle un espacio al periodismo de largo aliento. [LL]

*Versión completa de entrevista publicada en Suplemento Ku.

LOS MALOS, EL LIBRO QUE REÚNE PERFILES PERIODÍSTICOS DE CATORCE FEROCES CRIMINALES LATINOAMERICANOS CONTEMPORÁNEOS

EL MAPA DE LA HISTORIA OSCURA DE NUESTRO CONTINENTE 

tapagradar maldade

HISTORIA DEL CRIMEN

Una galería del espanto, una demostración del sadismo sin límites, una mirada al abismo. Eso es Los malos (UDP), el libro de catorce perfiles de criminales latinoamericanos que reúne a todas las variantes del mal en el continente en diferentes contextos políticos y diferentes momentos históricos: desde integrantes de la pandilla Mara Salvatrucha hasta miembros de la DINA, pasando por capos de la trata, sicarios del narcotráfico colombiano, especialistas en disolver cuerpos para sus jefes narcos, caníbales brasileños, líderes de prisiones brutales, torturadores argentinos y asesinos de lesa humanidad. La idea, que recorre los perfiles escritos por periodistas e investigadores – desde Marcela Turati hasta Juan Cristóbal Peña y algunos locales como Rodolfo Palacios y Javier Sinay –, no es retratar a monstruos, sino a hombres y mujeres que dibujan un mapa oscuro e inverso de América latina. Y también que se escuchen, en entrevistas, las voces de sus víctimas, muchas veces silenciadas por el tenebroso atractivo del exceso y el Mal.

Por Angel Berlanga

___
Cada tanto aparece alguna página tremenda, difícil de soportar. El hallazgo de parte de los restos de la tarea de Santiago Meza López, El Pozolero, que descuartizó los cadáveres de unas 300 personas, víctimas del cartel de Tijuana, y después los disolvió con soda cáustica: luego de años de incertidumbre los familiares de los desaparecidos dieron con una pista, rastrearon casi a ciegas durante dos años más y por fin encontraron la fosa con lo que quedaba de los cuerpos, “una masa gelatinosa mezclada con una sustancia amarilla en la que iban revueltos dientes, pedazos de hueso, brackets, anillos y tornillos quirúrgicos, y que despedía un olor insoportable”. O los relatos de algunas de las detenidas durante la dictadura de Pinochet sometidas a las perversiones de Ingrid Olderock, creadora de la rama femenina de la DINA, una admiradora del nazismo que adiestraba perros para que violaran presas políticas en el cuartel clandestino La Venda Sexy: también hubo hombres violados así, allí, pero apenas lo acredita un único testimonio. O el regocijo al matar de Félix Huachaca Tincopa, secuestrado en 1987 (cuando tenía 16 años) por Sendero Luminoso, la organización terrorista peruana a la que se incorporó y en la que se hizo famoso por su saña, porque entre otras cosas llevaba niños a los operativos para que remataran a los heridos, o aleccionaba para fabricar explosivos con clavos oxidados y mierda humana, para que las infecciones de las heridas fueran más letales.

.
Estos materiales son parte de los catorce perfiles que componen Los malos, el perturbador volumen conformado y editado por Leila Guerriero que, tras su publicación inicial en Chile, ahora se distribuye en la Argentina. Escritos por investigadores y cronistas de varios países, cada uno de estos textos ronda unas cuarenta páginas en las que, en algún momento, se desemboca en alguna forma del terror, en el relato de la ejecución irreversible del daño, en las mentes y los cuerpos aniquilados o marcados para siempre. Eso fue, de hecho, una de las condiciones para formar parte de esta galería con foco en hombres y mujeres de Latinoamérica que sistematizaron variantes del espanto, personas que en algún punto de sus vidas desembocaron por causas diversas en su primer crimen y luego perseveraron hasta que cambiaron los contextos históricos que posibilitaban sus aberraciones o hasta que los detuvo la Justicia. También hay en este libro una intención de abarcar diversos modus operandi, épocas en las que se cometieron los crímenes y geografías, y así aparece por ejemplo la historia de El Niño, un pandillero de la Mara Salvatrucha de El Salvador, autor de decenas de asesinatos, escrita por Oscar Martinez, periodista de El Faro; o el perfil del “Mamo” Contreras, capo de inteligencia de Pinochet e ideólogo y ejecutor de crímenes de lesa humanidad, hoy octogenario y preso en Punta Peuco, donde lo entrevistó el periodista Juan Cristóbal Peña; o, por citar un tercer texto, el que escribió la periodista Josefina Licitra sobre Rubén Ale, La Chancha, entreverado en acusaciones por trata de mujeres, sobre quien habla su ex mujer, su hija, sus amigos.

Pero claro, la cosa no es tan lineal: en los perfiles de Los Malos también hay sitio para la sensibilidad, la generosidad, la admiración o el cariño genuino. “La idea del libro es contar a esta gente desde lo humano – dice Leila Guerriero –. Porque una persona puede ser a la vez un hijo de puta y un abuelo buenísimo. Y al lector vos tenés que mostrarle las dos cosas: cada una de las soluciones narrativas que se encontraron en este libro apuntan en buena parte a eso. Cuando Juan Cristóbal Peña, por ejemplo, llega al final de su perfil sobre el ‘Mamo’ Contreras, un ser completamente siniestro, un tipo que fue la bestia negra de Pinochet, comparte un poco con el lector su desorientación al ver a un tipo en plena decadencia, postrado, hablando delirantemente de ovnis. Pero no es cualquier viejito: es ése viejito.” Junto a Peña llegan en visita al penal, justamente, las nietas de Contreras, tan cariñosas con él como puede serlo con su madre el hijo de Mirta Graciela Antón, la torturadora de La Perla, el principal centro clandestino de detención en Córdoba durante la dictadura, perfilada para el libro por el periodista Rodolfo Palacios, que en un alto del juicio que se le sigue por secuestros, asesinatos y torturas, fue testigo de este diálogo:

–Hijito, decile al periodista cómo es tu mamá. ¿Es un diablo, como dicen?

El muchacho sonríe, la abraza, dice:

–Mi mamá es un sol. No hay ser más bueno que ella.

–Es un dulce, el nene. Y un gran policía, como el padre. ¿Sabías que es un experto en tiro?

Guerriero dice que talló en el libro la idea de que los perfilados no eran monstruos. “Un monstruo, en un punto, es una figura muy tranquilizadora –dice–. Un monstruo surge cada 100 o 200 años y es un ser completamente anormal, y fácil de reconocer, además: vos estás ante uno y te das cuenta. Estos hombres y mujeres fueron perfectamente funcionales para la vida en sociedad. Era gente que iba a comprar el periódico, tenía hijos, tenía vida de relación, que podían llevarse bien o mal con sus padres según el caso, pero eran hijos de, maridos de. El libro intenta mostrar que estos seres convivieron con nosotros y también algo más inquietante: no nacieron de un repollo, forman parte de la sociedad en la que vivimos. Por eso también son malos latinoamericanos, de acá, que nos interpelan más directamente, más de cerca. Y por eso una pauta fue enfocar en quienes estuvieran vivos, porque afectaron nuestras vidas y las de los seres queridos. El Tigre Acosta afectó tu vida y la de todo el mundo, sin necesidad de que uno haya tenido una persona detenida o desaparecida en la ESMA. Siempre los ponemos en el lugar del monstruo, de la bestia, del animal, pero acá buscamos que se lean en su contexto: ‘No, ¿sabe qué? Este señor era su vecino, vivía en el piso de arriba, lavaba el auto todos los días y por las noches iba y le ponía picana a una embarazada’. Como ciudadana me parece más monstruoso eso que pensar que alguien se preparó para hacer el mal desde que tenía siete años, digamos.”

El periodista Javier Sinay es quien escribe sobre El Tigre, el hombre del almirante Massera en la ESMA, un capitán que participaba directamente de las sesiones de tortura y que llevaba a algunas de las detenidas de paseo, o a bailar, o a un departamento en el que las forzaba a tener sexo, condición para la supervivencia. El cronista Miguel Prenz (autor de La misa del diablo) es autor del cuarto perfilado argentino del libro: se ocupa de Norberto Atilio Blanco, el médico que atendía embarazos y partos en los centros clandestinos de la dictadura. Aunque no todos los malos accedieron a ser entrevistados por los periodistas, en cada perfil aparecen sus voces y también las de familiares directos, amigos y compañeros, especialistas y autoridades y, sobre todo, aparecen las voces de las víctimas. Explica Guerriero que pensó, para la convocatoria, en periodistas que más allá de escribir muy bien, fueran buenos investigadores. Y luego también tuvo su peso la visión de conjunto del libro: “Mi obligación como editora era no perder de vista que intentábamos hacer un mapa actual de la maldad latinoamericana –dice–. A consecuencia de las dictaduras enseguida aparecieron muchos torturadores, policías siniestros, milicos. En algunos casos buscábamos cosas específicas: de México quería a alguien que fuera de la cadena del narco, y en lo posible de la tropa, alguien de abajo, y así Marcela Turati encaró el perfil de El Pozolero; de Colombia, un paramilitar, esta cosa tan desvirtuada de las autodefensas campesinas (Juan Miguel Alvarez escribió sobre Chaki Chan, un sicario que reconoció un centenar de asesinatos). En otros lugares la búsqueda no fue tan específica, y así surgió el perfil de Bruna Silva (escrito por Clara Becker), que destazó, cocinó y comió varias mujeres en Pernambuco. Una preocupación fue que entrara el tema de la trata y que algunas perfiladas fueran mujeres, que no quedara un libro en el que pareciera que el mal es sólo una cosa de varones. Me interesó, además, que no fueran ‘casos’ aislados, el padre que mata a sus hijos y a su mujer: buscaba un mal con recorrido, con trayectoria y con convicción”.

¿Qué condujo a estas personas a lo que hicieron? ¿Ambición, desesperación, algún trastorno psíquico, algún trauma de infancia, la creencia en una causa, la combinación de elementos de un contexto, un delirio, un miedo profundo, una ferocidad implacable, lo normal dentro de un grupo, una pulsión incontrolable, la perspectiva de impunidad? “Cualquier intento de conclusión es contradictorio con el espíritu del libro, que un poco plantea la pregunta de qué nos hace malos –dice Guerriero–. Parece tranquilizador leerlo como un manual de instrucciones: ‘Los malos son de esta manera, y toda la gente que ha tenido un trauma de infancia va a… Y entonces hay que tenerlos vigilados’. Cuando confronté con esa pregunta vi Minority Report, esa película en la que Tom Cruise trabajaba en una cosa que se llamaba Precrimen, en la que descubrían los crímenes antes de que se cometieran. Atrás de ese planteo está la añoranza de descubrir lo malo antes de que se transforme, lo cual produciría como consecuencia una sociedad monstruosa. Los periodistas estamos muy atentos a historias de tipos que han tenido una vida feroz, de infancias atroces, que han sido violados y han andado por reformatorios, y han devenido en personas perfectamente solidarias, que por ahí tienen un comedor infantil y enseñan a jugar al fútbol a pibes en las villas. Es terrible decir que toda persona que tuvo un trauma se convierte en monstruo: de hecho no es así. Yo creo que tiene que ver con la singularidad de cada uno de los perfilados, una singularidad que se tramita de manera distinta en cada caso. Y luego está también el contexto de oportunidad: las dictaduras fueron lugares casi ideales, como bosques para los lobos. Para entender estas cabezas tenemos que conocernos como sociedades, saber verlas venir. Prevenirlas desde un colectivo, no contra cada individuo: un poco como el huevo de la serpiente.”

O inventário de Lara de Lemos – a herança de um tempo malsinado [a ditadura militar]

Lara de Lemos deixou-nos fisicamente, em 2010. Uma Poeta de linha de frente, autora de clássicos como “Aura Amara” e “Águas da Memória”.

Um dos últimos livros publicados pela gaúcha (contemporânea de Maria Carpi e Leonor Scliar -Cabral) é o tema de nosso relevante assunto: Inventário do Medo (1997), onde a escritora rememora, e vivencia em poemas, a dura imagem da ditatura militar no nosso país.

lara_lemos5

Dá-se o dito

por não dito

dá-se o dado

por não dado.

Dá-se o dado

por perdido

dá-se o braço

por torcido

Dá-se o vidro

por partido

dá-se o grito

sufocado

Dá-se o medo

desmedido

dá-se o corpo

dizimado.

Nani

Nani

O tal do Tempo malsinado é precedido por muitas celas de terror:

Eram corpos de trevas e lonjuras

cobertos de brasas e feridas.

Pelas noites sombrias eles choravam,

pela manhã cinzenta adormeciam.

Eram corpos doridos que sofriam,

sem repouso, sem calma, sem estima,

Descalços, nus, pele encardida,

olhos que olhavam sem retina.

Lamentos de homens soterrados

em negros cativeiros, sem

o pão e o lume necessários.

Comparsas no medo, desolados

pressentiam, em pátios silenciosos,

os próximos passas imprecisos.

——

Viajo entre túneis de sono

como um cão vadio à procura

do dono.

Viajo em barcos fantasma

onde o tempo retrocede em busca

da alma.

Viajo consultando arquivos

e a memória ilumina rostos

redivivos.

Viajo procurando portos

e me encontro no país

dos mortos.

—-

No escuro – cegueira,

no sangue – soro ácido

na hora vazia – cansaço.

Na noite desvivida – insônia

no dia amordaçado – sono,

no ardor renovado – asco.

——-

Aprisionados no estreito retângulo

vislumbramos o azul

entre grades de ferro.

Breve encanto

– estratégia de hera,

teimosia de musgo.

Carlos David Fuentes

Carlos David Fuentes

——

Lara de Lemos explora a sequência de um ato criminoso, desde o instante decisivo ao momento doloroso das reminiscências.

Assim o seu livro está distribuído:

I – INVASÃO DE DOMICÍLIO

II – TEMPO DE INQUISIÇÃO

III- CELAS

IV- REMINISCÊNCIAS

É nítido: primeiro a busca, depois o interrogatório, a prisão no extremo e o sofrimento, ao ser tolhido a liberdade do sonho.

A dúvida e o gesto

antecipam julgamentos.

Presa na garganta

a resposta é a mola

da desgraça e da luta.

Tantas as perguntas,

tantas as denúncias,

tantos os indícios de culpa.

que só resta

aceitar a sentença

e beber, sem pressa, a cicuta.

A partir da culpa

(falsa ou verdadeira)

o homem muda o destino

perde o direito ao protesto

fica sem beira nem eira

é apenas: o culpado.

—-

Cantarei versos de pedras.

Não quero palavras débeis

para falar do combate.

Só peço palavras duras,

uma linguagem que queime.

Pretendo a verdade pura:

a faca que dilacere,

o tiro que nos perfure,

o raio que nos arrase.

Prefiro o punhal ou foice

às palavras arredias.

Não darei a outra face.

Um dia, de repente,

arrastam-nos à força

para um lugar incerto.

Um dia, de repente,

desnudam-nos impudica/

mente.

Um dia, de repente

é o duro frio

do escuro catre.

Um dia, de repente,

somos apenas um ser vivo:

verme ou gente?

De súbito é o susto

estampado no rosto

refletido no espelho

parado na garganta.

Invasores transitam

pelo quarto

desrespeitam o sono

em furor incontido.

Colocam algemas

em pulsos inocentes.

Contra palavras – há muros

contra lamentos, murros.

Levam jovens na mira

de fuzis reluzentes.

De que serve a palavra

se a desdida brinca com a sorte

num perverso jogo

de inventar vida e morte?

De que serve a dor

ou o grito contido

se sentir, seja o que for,

é pânico e perigo?

De que serve a voz

do algoz e o precipício

se o desastrado ser

já foi proscrito?

POEMAS DE LARA DE LEMOS

MINUTA DE DIEGO MENDES SOUSA

Voces Inocentes Película Completa Ditadura de El Salvador

Ningún niño de mi escuela quiere ir a pelear
No les gusta la guerra porque prefieren jugar
Los soldados buscan pues lo quieren reclutar
Pero a mi y mis amigos nunca nos van a encontrar

Este poema es de un niño, llamado Chele, quien lo escribió para una clase de escuela en la película, Voces Inocentes

vozes inocentes película completa

Voces inocentes es una película mexicana de 2004 dirigida por Luis Mandoki que transcurre durante la guerra civil salvadoreña en 1980, estrenada el 16 de septiembre de 2004 y se basa en la infancia del escritor salvadoreño Óscar Torres. La película aborda el uso de los niños por parte del Ejército y también muestra la injusticia en contra de personas inocentes que se ven obligadas a combatir en la guerra.

La película nos relata la historia de Chava, un niño que vive en circunstancias difíciles a causa de una guerra desatada en El Salvador. Chava vive con la preocupación de ser reclutado, ya que a los niños mayores de 12 años los reclutan para prepararlos para la guerra. Su padre dejó a su familia para ir a los Estados Unidos, por lo que Chava a temprana edad quedó como el hombre responsable de la casa.

Cabe decir que esta obra es basada en la infancia del escritor salvadoreño Óscar Torres. Un Punto muy importante, que recibió muy buenas críticas es basado en el mensaje final, donde es se percibe la señal de “siempre hay una salida distinta”.

PREMIOS

Tres Premios Ariel en 2005 a los Mejores Efectos Especiales, Maquillaje y Actriz Secundaria.
Un Premio Corazón de Cristal, así como el Premio a la Elección del Público Dramático de funciones en el Heartland Film Festival 2005-2006.
Aguja Espacial de Oro, premio en el Festival Internacional de Cine de Seattle (2005).
Premio Stanley Kramer del Gremio de Productores de América.

voces-inocentes-630x238
Entrevista con Oscar Torres

Por Hugo Sánchez

SAN SALVADOR – A Oscar Torres lo conocimos como Chava, en la película Voces Inocentes, un niño oriundo de Cuscatancingo, en San Salvador; un niño que sufrió los vejámenes de la guerra civil (1980-1992), un niño que se convirtió en el hombre de la casa por el abandono de su padre, un niño que salió del país para no ser enrolado en el Ejército Salvadoreño.

Contar su historia, que en parte es la historia de El Salvador, le valido el reconocimiento internacional por la película Voces Inocentes, ahora es un reconocido guionista, pero para llegar a eso ha tenido que sobrevivir a una guerra, abandonar su país, ser parte de la diáspora y eludir los brazos de las incipiente pandillas (MS-13 y 18) en los Estados Unidos.

A Oscar la guerra lo siguió hasta el país norteamericano, pero dice que las heridas han sanado y ahora regresa a El Salvador después de siete años y nos cuenta un poco de su vida y obra.

beijo

¿Cómo encuentras a El Salvador desde la última vez que viniste?

La esencia viene siendo la misma, la gente muy humilde y calurosa, eso no ha cambiado desde el día en que me fui. Lo que ha cambiado son las estructuras, hay nuevas estructuras, pero aunque hayan nuevas estructuras, aunque hayan pintado los edificios, se mantiene lo que es El Salvador para mí, en mi niñez.

¿Cómo te cambio la vida hacer el guion de Voces Inocentes?

Primero me sanó, el haber hecho esta película fue una sanación, fue una jornada muy personal y quizás muy egoísta de mi parte, el darme esos tres años desde la escritura del guion, la realización, mandarla a festivales, etc. Todo ese proceso me ayudo a esa sanación personal. De ahí la película empezó a agarrar vida propia y me tocó a mí seguirla. Deje de ser actor y me nació el llamado, mi propósito en este mundo es hacer cine desde atrás de las cámaras, para contar mis historias, que creo son necesarias.

También me dio un acceso que antes me era inalcanzable en Hollywood, me ha abierto las puertas en muchos sentidos. La más especial de las recompensas que he tenido es poder regresar a Cuscatancingo y compartirla con la gente; y de aquí me voy a Los Ángeles a disfrutar las fiestas, este es mi regalo de navidad.

¿El Salvador también necesita de ese proceso de sanación?, dado que aún hay muchas heridas abiertas.

Sí, porque la guerra no acaba cuando acaba la guerra, la guerra la llevamos por el resto de nuestras vidas, eso es inevitable. Ninguno de los que estuvimos en medio de ese conflicto va a liberarse jamás; la diferencia es lo que haces con eso, cómo reaccionas a la vida, independientemente de lo que hayas vivido.

Siento que en El Salvador, como en muchas partes del mundo, donde han existido daños, donde han existido heridas, hay un proceso; es como cuando te cortas, tiene que haber un proceso y un tiempo para que esa herida sane; pero no se va a sanar a menos que esa herida esté expuesta al aire, al oxígeno, como yo tuve la oportunidad de poder hacerlo, saque lo que traía adentro, no solamente para mí mismo, sino para el mundo entero. Porque me estaba dañando mucho, era un hombre que no quería ser, era un hombre muy violento y muy dañino.

No vivía feliz y vivía echándole la culpa a todo el mundo por lo que a mí me sucedía, esa es una vida de víctima, sin poder absoluto sobre ti mismo. Creo que El Salvador, y mucha gente dentro del país, también necesita esa oportunidad. La clave es intentarlo.

¿Cómo un niño que sale de El Salvador por la guerra, llega hasta Hollywood?

Es más fácil para el anglosajón, porque es la industria que ellos comenzaron y de la que son dueños, para un latino es más difícil, pero no imposible. Lo que yo he descubierto es que cuando trataba de hacer y ser como los demás, no me funcionaba, porque ya había muchos haciéndolo, yo no puedo sonar gringo y contar las historias gringas, porque no soy gringo. Yo encontré mi voz, que es original, mis historias están llenas de momentos sentimentales, de familia, de momentos cursis se puede decir. Me gusta el romance, la música y mezclar las dos cosas. Me gustan las historias biculturales, de Estados Unidos con Latinoamérica; me gusta filmar en Latinoamérica.

Llegando a Estados vivía en una vecindad con muchos problemas, en donde las panillas comenzaron, las dos más grandes, la MS-13 y la 18. Yo tenía que lidiar con eso, ¿me meto o me quedo fuera?.

Algo que me entretenía mucho en los tiempos libres y para no irme a meter en problemas era el cine. Me iba los sábados a ver tres películas por cinco dólares y me estaba ahí todo el día, y el cine se convirtió en una especie de guía para mí.

Me enseño cosas claves, algo tan sencillo como rasurarse correctamente lo aprendí de una película española; vivir con valor y luchar por lo que quieres lo aprendí de “Corazón Valiente” de Mel Gibson; esa clase de cositas me fueron moldeando y enseñando, ante la ausencia de un padre ejemplar.

Cuando salí de la universidad quería enseñar y me fui a dar clases a una escuela, estuve 6 meses y me quedó muy chiquito el salón, me desesperaba, necesitaba algo más grande que eso. Entonces otro profesor que había sido actor, me dijo que podía trabajar en el cine. Para mí era un concepto elíen, no sabía que era tangible.

Le hice caso, me fui a buscar una trabajo de lo que sea, aplique a un trabajo de repartidor en una agencia de comerciales, empecé a repartir paquetes, esa agencia representaba a Brad Pitt, Jennifer Aniston, George Clooney; me tocaba a mi dejarles los paquetes de sus fotos, de sus cassettes a sus casas; y me fui metiendo, aprendí producción, aprendí casting, en algún momento estuve en una producción donde habían grandes actores, que lo hice gratis porque no tenían presupuesto, pero yo quería aprender y trabaje como asistente de producción.

Vi a Sean Penn, Kevin Spacey y Meg Ryan actuando. Me nació un amor por la actuación y fui a la escuela a tomar clases, y empecé a trabajar como actor.

¿Durante cuánto tiempo más crees que la principal temática de El Salvador será la guerra?

Hasta que necesite serlo, los judíos siguen haciendo películas del Holocausto. Mientras haya necesidad de expresar, creo que recordarnos lo que sucedió, realmente evita que se repita, eso es ley, tienes una conciencia despierta; al ver las atrocidades cometidas te dices “esto no volverá a suceder”; pero si las olvidas y las pones a dormir creo que sí puede volver a suceder. Creo que eso es necesario para mantener esta paz, el tiempo no lo puedo decir, pero a la vez que se hace eso se puede hablar de otras cosas. [In 13 de Diciembre de 2012]

Voces Inocentes Película Completa:

TV GLOBO, 50 ANOS. Dez razões para descomemorar

por Ângela Carrato

O-final-da-GLOBO

Era para ser uma festa de arromba, com eventos se sucedendo em todo o país. Grande parte do que a TV Globo preparou para comemorar seu cinquentenário, a ser completado no domingo (26/4), está mantido, mas, sem dúvida, não terá o mesmo brilho de outras épocas. Depois dos problemas verificados durante a sessão solene da Câmara dos Deputados em homenagem à emissora, em que três militantes em prol da democratização da comunicação tiveram que ser retirados por seguranças, as festas em locais abertos ou de acesso público estão sendo repensadas. Os cuidados se justificam.

Nunca a audiência da TV Globo, centro do império da família Marinho, esteve tão baixa. O Jornal Nacional, seu principal informativo, que chegou a ter 85% de audiência, agora não passa dos 20%. Suas novelas do horário nobre estão perdendo público para similares da TV Record. No dia 1º de abril aconteceram atos em prol da cassação da concessão da emissora em diversas cidades brasileiras. O realizado no Rio de Janeiro, em frente à sua sede, no Jardim Botânico, foi o mais expressivo e contou com 10 mil pessoas. Número infinitamente maior participou, no mesmo horário, do tuitaço e faceboquiaço “Foraglobogolpista”.

Artistas globais e a viúva de Roberto Marinho integram a relação de suspeitos de crimes de evasão fiscal e serão alvo de investigação pela CPI do Senado, criada para analisar a lista de mais de oito mil brasileiros que têm depósitos em contas secretas na filial do banco HSBC, na Suíça. Este escândalo internacional envolve milhares de pessoas em diversos países. A diferença é que fora do Brasil o assunto tem tido destaque e é coberto diuturnamente, enquanto aqui, a mídia, Globo à frente, prefere ignorá-lo ou abordá-lo parcialmente.

Além disso, o conglomerado teria sonegado o Imposto de Renda ao usar um paraíso fiscal para comprar os direitos de transmissão da Copa do Mundo Fifa de 2002. Após o término das investigações, em outubro de 2006, a Receita Federal quis cobrar multa de R$ 615 milhões da emissora. No entanto, semanas depois o processo desapareceu da sede da Receita no Rio de Janeiro. Em janeiro de 2013, uma funcionária da Receita foi condenada pela Justiça a quatro anos de prisão como responsável pelo sumiço. No processo, ela afirmou ter agido por livre e espontânea vontade.

Nem mesmo a campanha filantrópica “Criança Esperança”, promovida em parceria com a Unesco, se viu livre de críticas. Um documento datado de 15 de setembro de 2006, liberado pelo site WikiLeaks em 2013, cita que a Rede Globo repassou à Unesco apenas 10% do valor arrecadado desde 1986 com a campanha (à época R$ 94,8 milhões). A emissora garante “desconhecer” essa informação e afirma que “todo o dinheiro arrecadado pela campanha é depositado diretamente na conta da Unesco”.

Como se tudo isso não bastasse, ao assumir a postura pró-tucanos durante a campanha eleitoral de 2014, a emissora perdeu parte da régia publicidade oficial com que sempre foi contemplada. O governo não anuncia mais na TV Globo e nem na revista Veja e, pelo menos até o momento, não há indícios de que o quadro esteja prestes a se alterar. Motivos que têm levado cada dia mais repórteres e equipes da emissora a serem alvo de protestos e recebidos aos gritos de “O povo não é bobo. Abaixo a Rede Globo!”

Os protestos contra a Rede Globo, pelo visto, vão continuar e existem pelo menos 10 razões para que os setores comprometidos com a democratização da mídia no Brasil não tenham nada a comemorar neste cinquentenário.

1. Canal 4 estava prometido à Rádio Nacional

tv manipulação pensamento globo

Em meados de 1950, Roberto Marinho era apenas um entre os vários empresários da comunicação no país. O magnata da época atendia pelo nome de Assis Chateaubriand e detinha a maior cadeia de jornais, rádios e duas emissoras nascentes de televisão. A rádio líder absoluta de audiência e mais querida do Brasil era a Nacional, a PR-8 do Rio de Janeiro, de propriedade do governo federal. O sucesso da Nacional era tamanho que animou seus dirigentes a solicitar que o então presidente da República lhe concedesse um canal de TV. Constava do currículo da Rádio Nacional já ter feito experiências pioneiras na área, ao ocupar o canal 4 para televisionar (como se dizia na época) dois dos seus programas.

O presidente da República era Juscelino Kubitschek, que considerou justa a reivindicação, uma decorrência natural da liderança da emissora. Na publicação de final de ano em 1956, a direção da Rádio Nacional anunciava para “breve” a entrada no ar da sua emissora, a TV Nacional, canal 4, conforme compromisso assumido por Juscelino. As concessões de canais de rádio e TV eram atribuições exclusivas do ocupante do Executivo Federal.

Os meses se passaram e Juscelino ”esqueceu-se” da promessa. No final de 1957, para surpresa da direção da Rádio Nacional, o canal 4 que lhes fora prometido acabou concedido para a inexpressiva Rádio Globo, de Roberto Marinho. A decisão foi condicionada por pressões diretas de Chateaubriand, que aceitava qualquer coisa menos que a Rádio Nacional ingressasse no segmento televisivo, temendo as consequências disso para seus negócios. Neste contexto, o canal ir para Roberto Marinho era um mal menor.

O Brasil perdeu assim a chance histórica de ter, no nascedouro, duas modalidades de televisão: a comercial, representada pelas emissoras de Chateaubriand, e a estatal voltada para o interesse público como seria a da Rádio Nacional.

2. Acordo com a Time-Life feriu interesses nacionais

globo oposição Brasil

Ao contrário da Rádio Nacional, que dispunha de todas as condições para colocar no ar sua emissora de TV, a de Roberto Marinho precisou aguardar alguns anos. Para a implantação da TV Globo, a partir de 1961, foi decisivo o apoio do capital internacional, representado pelo gigante da mídia norte-americana Time-Life. A emissora começou a operar de forma discreta em 26 de abril de 1965 e seus primeiros meses foram um fracasso em termos de audiência.

Em junho de 1962, Marinho passou a ser apoiado com milhões de dólares, num episódio que a emissora ainda hoje sustenta que se tratou apenas de “um contrato de cooperação técnica”. A realidade, fartamente documentada por Daniel Herz, em sua obra já clássica A história secreta da Rede Globo (1995), prova o contrário. Roberto Marinho e o grupo Time-Life contraíram um vínculo institucional de tal monta que os tornou sócios, o que era vedado pela Constituição brasileira. Foi este vínculo que assegurou à Globo o impulso financeiro, técnico e administrativo para alcançar o poderio que veio a ter.

A importância da ligação com os norte-americanos, nos primórdios da emissora, pode ser avaliada pela declaração do engenheiro Herbert Fiúza, que integrou a sua primeira equipe técnica: “A Globo era inspirada numa estação de Indianápolis, a WFBM. E o engenheiro de lá foi quem montou tudo, porque a gente não sabia nada”.

Chateaubriand, que antes havia ficado satisfeito em inviabilizar o canal de TV para a Rádio Nacional, percebeu o risco que suas emissoras passavam a correr. Tanto que dedicou ao “Caso Globo/Time-Life” nada menos do que 50 artigos, todos atacando Roberto Marinho e acusando-o de receber, na época, US$ 5 milhões, repassados em três parcelas, o que representava “uma ofensiva externa contra os competidores internos” (Morais, 1994, p.667).

A repercussão dessas denúncias foi tamanha que a CPI criada pelo Congresso Nacional para apurá-las acabou descobrindo que a TV Globo mantinha não um, mas dois contratos com o grupo Time-Life. Em um deles, os norte-americanos tinham participação de 49%. Em outras palavras, não se tratava de contrato, mas de sociedade. A CPI pôs fim à sociedade. Mas, ao invés de sair penalizada do episódio, a Globo foi duplamente beneficiada: Roberto Marinho ficou com o controle total da emissora e os militares, então no poder, não tomaram qualquer providência contra ela. A TV Globo poderia ter tido sua concessão cassada.

3. O apoio à ditadura militar (1964-1985)

globo golpe 64

Nos anos 1960, o Brasil era visto pelos Estados Unidos como sua área de influência direta. E a TV Globo foi fundamental para trazer para cá o way of life norte-americano juntamente com o seu modelo de televisão. A TV comercial, um dos tipos de emissora existentes no mundo, adquire aqui o status de única modalidade de TV. Não por acaso, Murilo Ramos (2000, p.126) caracteriza o surgimento da TV Globo como sendo “a primeira onda de globalização da televisão brasileira”, que, concentrada num único grupo local, monopolizou a audiência e teve forte impacto político e eleitoral ao longo das décadas seguintes.

Durante quase 20 anos, TV Globo e governos militares viveram uma espécie de simbiose. Os militares, satisfeitos por verem nas telas da Globo apenas imagens e textos elogiosos ao “país que vai para a frente”, retribuíam com mais e mais benesses e privilégios para a emissora. A partir de dezembro de 1968, com a edição do AI-5, o país mergulhou no “golpe dentro do golpe”, com prisão e perseguição a todos os considerados inimigos e adversários do regime e a adoção de censura prévia aos veículos de comunicação.

A TV Globo enfrentou alguns casos de censura oficial em suas telenovelas, mas o que prevaleceu na emissora foi o apoio incondicional de sua direção aos militares no poder e a autocensura por parte da maioria de seus funcionários.

Ainda hoje não falta quem se recorde de situações patéticas em que o então apresentador do Jornal Nacional, Cid Moreira, mostrava aos milhares de telespectadores brasileiros cenas de um país que se constituía “em verdadeira ilha de tranquilidade”, enquanto centenas de militantes de esquerda eram perseguidos, presos, torturados ou mortos nas prisões da ditadura. Some-se a isso que a TV Globo sempre se esmerou em criminalizar quaisquer movimentos populares.

4. O combate permanente às TVs Educativas

charge_globo_fant_stico_fernandoolis_drogas

Desde 1950 que as elevadas taxas de analfabetismo vigentes no Brasil eram uma preocupação constante para setores nacionalistas e de esquerda. Uma vez no poder, algumas alas militares viram na radiodifusão um caminho para combater a subversão e, ao mesmo tempo, promover a integração nacional. O resultado disso foi que, em 1965, o Ministério da Educação e Cultura (MEC) solicita ao Conselho Nacional de Telecomunicações a reserva de 48 canais de VHF e 50 de UHV especificamente para a televisão educativa.

O número era dos mais significativos e poderia ter representado o começo de canais voltados para os interesses da população, a exemplo do que já acontecia em outras partes do mundo. Pouco depois do decreto ser publicado, Roberto Marinho começa a agir para reduzir sua eficácia. E, na prática, conseguiu seu intento. O decreto-lei nº 236, de março de 1967, se, por um lado, formalizava a existência das emissoras educativas, por outro criava uma série de obstáculos para que funcionassem. O artigo 13, por exemplo, obrigava essas emissoras a transmitir apenas “aulas, conferências, palestras e debates”, ao mesmo tempo em que proibia qualquer tipo de propaganda ou patrocínio a seus programas. Traduzindo: as TVs Educativas estavam condenadas à programação monótona e à falta crônica de recursos.

Como se isso não bastasse, o artigo seguinte fechava o cerco a essas emissoras, determinando que somente pudessem executar o serviço de televisão educativa a União, os estados, municípios e territórios, as universidades brasileiras e alguns tipos de fundações. Ficavam de foram, por exemplo, sindicatos e as mais diversas entidades da sociedade civil.

Dez anos após este decreto-lei, apenas seis emissoras educativas tinham sido criadas no país, número muito distante dos 98 canais disponíveis. As emissoras educativas não conseguiam avançar, esbarrando na legislação que lhes obrigava a viver exclusivamente do minguado orçamento oficial, ao passo que as televisões comerciais, em especial a Globo, experimentavam crescimento sem precedentes. Crescimento que contribuiu para cristalizar, em parcela da população brasileira, a convicção de que a emissora de Roberto Marinho era sinônimo de qualidade.

5. O programa global de telecursos

tv globo marinho

Oficialmente, o projeto tinha o nome de Educação Continuada por Multimeios e envolvia um convênio entre a Secretaria de Cooperação Econômica e Técnica Internacional (Subin) da Secretaria de Planejamento da Presidência da República, o BID, a Fundação Roberto Marinho (FRM) e a Fundação Universidade de Brasília (FUB). Aparentemente, o seu objetivo era nobre: “O atendimento à educação de população de baixa renda do país, mediante a utilização e métodos não tradicionais de ensino”.

Na versão inicial, o convênio tinha 15 cláusulas, com a FRM assumindo a condição de entidade executora e a FUB a de sua coexecutora. Na prática, o convênio ficou conhecido como Programa Global de Telecursos e atendia exclusivamente aos interesses da FRM. Através dele, a FRM pretendia, sem qualquer custo, apoderar-se do milionário “negócio” da teleducação no Brasil. Para tanto, esperava contar com recursos nacionais e internacionais inicialmente da ordem de US$ 5 milhões embutidos em um pacote de U$S 20 milhões solicitados pela Subin ao BID, no início de 1982.

A parceria com a FUB era importante por ela ser uma entidade voltada para o ensino público e estar isenta de impostos para a importação dos equipamentos necessários à montagem de um centro de produção televisiva a custo zero. Em outras palavras, a FRM pretendia tornar-se a administradora da verba (nacional e internacional) destinada às televisões educativas no Brasil, geridas pela Funtevê, entidade governamental. Imediatamente, a Funtevê deixou nítido que o convênio exorbitava as competências da FRM e da própria UnB. É importante assinalar que pela UnB um dos raros entusiastas deste convênio era o seu então reitor, capitão de mar-e-guerra José Carlos Azevedo.

A discussão em torno deste convênio e da tentativa das Organizações Globo de apropriarem-se dos recursos destinados às TVs educativas brasileiras ganham a imprensa nacional no final de 1982 e início de 1983. Matéria publicada pelo jornal Folha de S.Paulo (17/04/1983), sob o título de “Globo poderá monopolizar teleducação”, tratava o assunto em forma de denúncia. O “tiroteio” entre os jornais Globo e Folha de S.Paulo durou vários meses e o convênio, que acabou não sendo assinado, só foi sepultado três anos depois, com o fim do regime militar. Sem muita cerimônia, o então secretário-executivo da FRM, José Carlos Magaldi, chegou a admitir que “é óbvio que não fazemos teleducação por patriotismo”.

Esta não foi a primeira e nem a última tentativa das Organizações Globo de se apoderarem da teleducação no Brasil. Aliás, a FRM tem, nos dias atuais, representado o Brasil em vários fóruns internacionais sobre educação e teleducação. O MEC sabe disso?

6. O caso Proconsult e o combate a Leonel Brizola

Brizola Globo

Antes dos petistas, Leonel Brizola foi um dos políticos brasileiros mais combatidos pela TV Globo e por seu fundador, Roberto Marinho. Marinho nunca o perdoou pelo fato de ter comandado a Rede da Legalidade, nome que receberam as emissoras de rádio que, quando da renúncia de Jânio Quadros à presidência da República, em 1961, passaram a defender a posse de seu vice, João Goulart. Brizola, então governador do Rio Grande do Sul, era cunhado de Goulart.

Com a vitória do golpe civil-militar de 1964, Brizola foi para o exílio e só pode retornar ao Brasil com a anistia, em 1979. Político com fortes compromissos populares, em 1982 disputou o governo do Rio de Janeiro, pelo PDT, partido criado por ele.

O caso Proconsult foi uma tentativa de fraude nas eleições de 1982 para impossibilitar a vitória de Brizola. Consistia em um sistema informatizado de apuração dos votos, feito pela empresa Proconsult, associada a antigos colaboradores do regime militar. A mecânica da fraude consistia em transferir votos nulos ou em branco para que fossem contabilizados para o candidato apoiado pelas forças situacionistas, Moreira Franco, do então PDS.

As regras da eleição de 1982 impunham que todos os votos (de vereador a presidente da República) fossem em um mesmo partido. Portanto, estimava-se um alto índice de votos nulos. Os indícios de que os resultados seriam fraudados surgiram da apuração paralela contratada pelo PDT à empresa Sysin Sistemas e Serviços de Informática, que divergiam completamente do resultado oficial. Outra fonte que obtinha resultados diferentes dos oficiais foi a Rádio Jornal do Brasil. Roberto Marinho foi acusado de participar no caso.

A fraude foi extensamente denunciada pelo Jornal do Brasil, na época o principal concorrente de O Globo no Rio e relatada posteriormente pelos jornalistas Paulo Henrique Amorim, Maria Helena Passos e Eliakim Araújo no livro Plim Plim, a peleja de Brizola contra a fraude eleitoral (Conrad Editores, 2005). Devido à participação de Marinho no caso, a tentativa de fraude é analisada no documentário britânico Beyond Citizen Kane, de 1993. A TV Globo, por sua vez, defendeu-se argumentando que não havia contratado a Proconsult e que baseava a totalização dos votos daquela eleição na totalização própria que O Globo estava fazendo.

Em 1994, Brizola venceu novamente Roberto Marinho e a TV Globo ao obter, na Justiça, direito de resposta na emissora. Em 15 de março, um constrangido Cid Moreira (que por 27 anos esteve à frente da bancada do Jornal Nacional) leu texto de 440 palavras que a Justiça obrigou a TV Globo a divulgar em seu telejornal mais nobre.

Foram cerca de três minutos nos quais Cid Moreira, a cara do JN, incorporou Leonel Brizola, então governador do Rio de Janeiro, no mais célebre e então inédito direito de resposta, que abriu caminho para que outros cidadãos buscassem amparo legal contra barbaridades cometidas pela mídia brasileira.

7. Ignorou as Diretas-Já

boni globo diretas já

O PMDB lançou, em dezembro de 1983, uma campanha nacional em apoio à emenda do seu deputado Dante de Oliveira (MT) que restabelecia as eleições diretas no país com o slogan “Diretas-Já”. O primeiro grande comício aconteceu em São Paulo, em 25 de janeiro do ano seguinte, e coincidiu com o 430º aniversário da cidade. A TV Globo ignorou o comício que reuniu milhares de pessoas na Praça da Sé. Reportagem do Fantástico sobre o assunto falava apenas em comemorações do aniversário de São Paulo. Omissões semelhantes aconteceram em relação a outros comícios pelas Diretas-Já em cidades como Rio de Janeiro, Belo Horizonte e Salvador.

De acordo com o ex-vice-presidente das Organizações Globo, José Bonifácio de Oliveira Sobrinho, o Boni, em entrevista ao jornalista Roberto Dávila, na TV Cultura, em dezembro de 2005, foi o próprio Roberto Marinho quem determinou a censura ao primeiro grande comício da campanha pelas Diretas-Já. Segundo Boni, àquela altura “o doutor Roberto não queria que se falasse em Diretas-Já” e decidiu que o evento da Praça da Sé fosse transmitido “sem nenhuma participação de nenhum dos discursantes”. Para Boni, aliás, no caso das Diretas-Já houve uma censura dupla na Globo: “Primeiro, uma censura da censura; depois, uma censura do doutor Roberto”.

A versão de Boni é diferente da que aparece no livro Jornal Nacional – A Notícia Faz História, publicado pela Jorge Zahar em 2004, e que representa a versão da própria Globo para a história de seu jornalismo. O texto não faz referência alguma a uma intervenção direta de censura por parte de Roberto Marinho. Aliás, a Globo vem tentando reescrever a sua história e, ao mesmo tempo, reescrever a própria história brasileira. Isto fica nítido, por exemplo, quando se compara a história brasileira com a versão que é publicada pela Globo através dos verbetes do Memória Globo. Pelo visto, a emissora aposta na falta de memória e na pouca leitura da maioria dos brasileiros para emplacar a sua versão dos fatos. Foi a partir da campanha das Diretas-Já que teve início a utilização, pelos diversos movimentos populares, do bordão “O povo não é bobo. Abaixo a Rede Globo”.

8. Manipulação do debate Collor x Lula

globo  a mentira editada

Na eleição de 1989, a primeira pelo voto direto para presidente da República desde 1964, a TV Globo manipulou o debate entre o candidato do PT, Luiz Inácio Lula da Silva e o do PRN, Fernando Collor. O debate era o último e decisivo antes da eleição. No telejornal da hora do almoço, a TV Globo fez uma edição equilibrada do debate. Para o Jornal Nacional, houve instruções para mudar tudo e detonar Lula. Foram escolhidos os piores momentos de Lula e os melhores de Collor. Ainda foram divulgadas pesquisas feitas por telefone segundo as quais Collor havia vencido. Além disso, o jornalista Alexandre Garcia leu um editorial nitidamente contra Lula e o PT.

Desde então, pesquisas e estudos sobre este “caso clássico de manipulação da mídia” têm sido feitas no Brasil, destacando-se as realizadas pelo sociólogo, jornalista e professor aposentado da UnB Venício A. Lima.

Apesar dos esforços da TV Globo para manter a versão de que a edição deste debate foi equilibrada, novamente seu ex-diretor José Bonifácio Sobrinho contribuiu para derrubá-la. Depois de abordar o assunto em entrevistas à imprensa, por ocasião do lançamento de seu livro de memórias, o ex-dirigente global deu entrevista à própria GloboNews, canal pago da emissora, na qual admitiu, para o jornalista Geneton Moraes Neto, que, durante os debates da campanha presidencial transmitidos pela Globo em 1989, tentou ajudar o candidato alagoano. Para muitos, Boni só fez esta “revelação bombástica”, que quase todos já sabiam, para tentar promover seu livro.

9. Contra a democratização da mídia

monopólio mídia globo

Todos os países democráticos possuem regulação para rádio e televisão. Na Grã-Bretanha, por exemplo, a mídia e sua regulação caminharam juntas. O mesmo pode ser dito em relação aos Estados Unidos, França, Itália e Japão. Nestes países, tão admirados pelas elites brasileiras, nunca ninguém fez qualquer vínculo entre regulação e censura, simplesmente porque ele não existe. No Brasil, onde a mídia em geral e a audiovisual em particular vive numa espécie de paraíso desregulamentado, toda vez que um governo tenta implementar o que existe no resto do mundo é acusado de ditatorial e de querer implantar a censura.

Quando, em 2004, o governo do presidente Lula enviou ao Congresso Nacional projeto de lei criando o Conselho Nacional de Jornalismo, uma espécie de primeiro passo para esta regulação, foi duramente criticado pela mídia comercial, TV Globo à frente. Desde sempre, as Organizações Globo foram contrárias a qualquer legislação que restringisse o poder absoluto que desfruta a mídia no Brasil. Prova disso é que os dispositivos do Capítulo V da Constituição brasileira, que trata da Comunicação Social, continuam até hoje sem regulamentação.

Entre outros aspectos, o Capítulo V proíbe monopólios e oligopólios por parte dos meios de comunicação, determina que a programação das emissoras de rádio e TV deva dar preferência a finalidades educativas, artísticas, culturais e informativas. O capítulo enfatiza, ainda, que as emissoras e rádio e TV devem promover a cultura nacional e regional, além de estimularem a produção independente. Todos esses aspectos mostram como a TV Globo está na contramão de tudo o que significa uma comunicação democrática e plural.

Aliás, os compromissos dos mais diversos movimentos sociais brasileiros com a regulação da mídia foram reafirmados durante o 2º Encontro Nacional pelo Direito à Comunicação, promovido pelo Fórum Nacional pela Democratização da Comunicação, de 10 a 12 de abril, em Belo Horizonte. O evento reuniu 682 participantes entre ativistas, estudantes, militantes, jornalistas, estudiosos, pesquisadores, representantes de entidades e coletivos de todo o Brasil. Presente ao encontro esteve também o canadense Toby Mendel, consultor da Unesco e diretor-executivo do Centro de Direitos e Democracia.

A carta final do encontro, intitulada “Regula Já! Por mais democracia e mais direitos”, disponível na página da entidade (www.fndc.org.br), reafirma “a luta pela democratização da comunicação como pauta aglutinadora e transversal, além de conclamar as entidades e ativistas a unirem forças para pressionar o governo a abrir diálogo com a sociedade sobre a necessidade de regular democraticamente o setor de comunicação do país”.

10. Golpismo

globo jango

Para vários pesquisadores e estudiosos sobre movimentos sociais no Brasil, a mídia, em especial a TV Globo, tem tido um papel protagonista nas manifestações contra a presidente Dilma Rousseff e o PT. Alguns chegam mesmo a afirmar que dificilmente essas manifestações teriam repercussão se não fosse a Rede Globo.

Em outras palavras, a Rede Globo, tão avessa à cobertura de qualquer movimento popular, entrou de cabeça na transmissão destas manifestações e, no domingo 15 de março, por exemplo, mobilizou, como há muito não se via, toda a sua estrutura com o objetivo de ampliar a dar visibilidade a esses atos. Quase 100% de seus jornalistas estiveram de plantão. Durante o programa Esporte Espetacular, exibido tradicionalmente nas manhãs de domingo, o esporte deu lugar para chamadas ao vivo sobre os protestos, que, em tom de convocação, passaram a ocupar a maior parte do tempo.

Nas entradas ao vivo em todas as cidades onde aconteciam mobilizações, os microfones da emissora captaram gritos de guerra contra o atual governo e xingamentos contra a presidente. Em Copacabana, zona sul do Rio de Janeiro, foi possível ouvir inclusive palavrões. A título de comparação, as manifestações de 13 de março, que também aconteceram em todo o Brasil e defenderam a reforma política, não mereceram cobertura tão dedicada do maior conglomerado midiático da América Latina.

Erick Bretas, diretor da Rede Globo que há poucas semanas defendeu abertamente o impeachment da presidente Dilma nas redes sociais, voltou a se pronunciar sobre os atos do dia 15, utilizando uma frase de Bob Marley para convocar, através de sua página no Facebook, o povo às ruas: “Get up, stand up”.

Não se sabe se Bob Marley apoiaria a postura de Bretas, mas, sem dúvida, é fato que entre os princípios editoriais da TV Globo não consta nem a “isenção” e muito menos o equilíbrio que tanto prega. Por isso, talvez o melhor resumo sobre a realidade desses protestos e a empolgação da transmissão feita pela TV Globo seja a do professor Gilberto Maringoni, ex-candidato do PSOL ao governo de São Paulo. Segundo Maringoni, “a manifestação principal não está nas ruas. Está na TV”.

Nas redes sociais, internautas repudiaram a cobertura feita pela TV Globo e alcançaram, durante 48 horas ininterruptas, para a hastag#Globogolpista, a primeira posição entre os assuntos mais comentados do Twitter. Novos protestos estão previstos para o dia 26/4. Razão pelo qual este promete ser o pior aniversário da TV Globo em toda a sua história.

***

Ângela Carrato é jornalista e professora do Departamento de Comunicação Social da UFMG. Este artigo foi publicado no blog Estação Liberdade

Tv Globo

“Fui cobaia numa aula de tortura”: nos 50 anos do golpe, o depoimento da historiadora Dulce Pandolfi

 

Dulce

Dulce

 

A historiadora Dulce Pandolfi deu, no ano passado, um depoimento estarrecedor à Comissão Estadual da Verdade do Rio de Janeiro sobre as torturas que sofreu na ditadura. Dulce, que era da Aliança Libertadora Nacional, ALN, tinha 21 anos quando foi presa em 1970. Durante três meses no DOI CODI, sofreu todo tipo de sevícias. Nos 50 anos do golpe, o DCM reproduz trechos de seu relato (a íntegra está aqui):

Por acreditar que no Brasil de hoje a busca pelo “direito à verdade e à memória” é condição essencial para nos libertarmos de um passado que não podemos esquecer, aceitei o convite da Comissão da Verdade do Rio de Janeiro para fazer hoje, aqui, esse depoimento.

Mesmo sem nenhum mandato, quero falar em nome dos presos, torturados, assassinados e desaparecidos pela ditadura militar que vigorou em nosso país entre 1964 e 1985.

Como historiadora, sei que a memória não diz respeito apenas ao passado. Ela é presente e é futuro. Os testemunhos que estão sendo dados à Comissão da Verdade, embora sobre o passado, dizem respeito ao presente e apontam para o futuro, por isto mesmo espero que ajudem a construir um Brasil mais justo e solidário.

Sei também que da memória – sempre seletiva – , fazem parte o silêncio e o esquecimento. Por isso, nessas minhas fortes lembranças, permeadas por ruídos, odores, cores e dores, estarão presentes ausências e esquecimentos.

Na noite do dia 20 de agosto de 1970, no momento em que entrei no quartel da Polícia do Exército situado na Rua Barão de Mesquita, número 425, no bairro da Tijuca, no Rio de Janeiro, ouvi uma frase que até hoje ecoa forte em meus ouvidos: “Aqui não existe Deus, nem Pátria, nem Família. Só existimos nós e você”.

Hoje, passados mais de 40 anos, penso no efeito que aquela frase produziu em mim. Com vinte e um anos de idade, cheia de certezas e transbordando de paixões, eu não queria morrer.

Embora totalmente acuada e literalmente apavorada, aquela frase não deixava a menor dívida sobre algo que eu já sabia, mas que naquele momento ganhou força e concretude. Não havia comunicação ou negociação possível entre aqueles dois mundos: o meu e o deles.

(…)

Normalmente, os torturadores, embora quase todos militares, andavam à paisana. Os fardados cobriam com um esparadrapo o nome gravado em um dos bolsos do uniforme. Cabia aos cabos e soldados cuidar da infraestrutura.

Eram eles que fechavam e abriam as celas, nos levavam para os interrogatórios, ou melhor, para as sessões de tortura, faziam a ronda noturna, levavam as nossas refeições.

Ali não havia banho de sol, visita familiar, conversa com advogado. Nenhum contato com o mundo lá fora. Naquela fase, éramos presos clandestinos. Só saíamos das celas para os interrogatórios, de olhos vendados, sempre com um capuz preto na cabeça.

(…)

Durante os mais de três meses que fiquei no DOI CODI, fui submetida, em diversos momentos, a diversos tipos de tortura. Algumas mais simples, como socos e pontapés. Outras mais grotescas, como ter um jacaré andando sobre meu corpo nu.

Recebi muito choque elétrico e fiquei muito tempo pendurada no chamado “pau de arara”: os pés e os pulsos amarrados em uma barra de ferro e a barra de ferro colocada no alto, numa espécie de cavalete.

Um dos requintes era nos pendurar no pau de arara, jogar água gelada e ficar dando choque elétrico nas diversas partes do corpo molhado. O contato da água com o ferro potencializava a descarga elétrica.

Embora essa tenha sido a tortura mais frequente havia uma alternância de técnicas. Uma delas, por exemplo, era o que eles chamavam de “afogamento”.

Amarrada numa cadeira, de olhos vendados, tentavam me sufocar com um pano ou algodão embebido em algo de cheiro muito forte, que parecia ser amônia.

(…)

No dia 20 de outubro, dois meses depois da minha prisão e já dividindo a cela com outras presas, servi de cobaia para uma aula de tortura.

O professor, diante dos seus alunos, fazia demonstrações com o meu corpo. Era uma espécie de aula prática, com algumas dicas teóricas. Enquanto eu levava choques elétricos, pendurada no tal do pau de arara, ouvi o professor dizer: “essa é a técnica mais eficaz”. Acho que o professor tinha razão.

Como comecei a passar mal, a aula foi interrompida e fui levada para a cela. Alguns minutos depois, vários oficiais entraram na cela e pediram para o médico medir minha pressão.

As meninas gritavam, imploravam, tentando, em vão, impedir que a aula continuasse. A resposta do médico Amilcar Lobo, diante dos torturadores e de todas nós, foi: “ela ainda aguenta”. E, de fato, a aula continuou.

(…)

Eu acuso todos os torturadores, civis e militares, inclusive aqueles que diziam e continuam dizendo que estavam apenas cumprindo ordens dos seus superiores.

Eu acuso os altos oficiais e comandantes do Exército Brasileiro que, em visitas oficiais ao DOI CODI, entravam nas nossas celas e faziam gracejos com as nossas torturas. Em uma dessas visitas, um desses oficiais mandou que seu acompanhante, um cão pastor, lambesse minhas feridas.

Eu acuso quem, durante a minha primeira sessão de tortura, me deu uma injeção na veia, dizendo ser o tal “soro da verdade”.

Eu acuso o major da Polícia Militar Riscala Corbaje, conhecido como doutor Nagib, que ao perceber que o tal soro da verdade não havia produzido o efeito esperado, me levou para uma pequena sala, me deitou no chão, subiu nas minhas costas, começou a pisotear e a me bater com um cassetete, dizendo, aos gritos, que ia me socar até a morte. Seu descontrole foi tamanho e seus gritos tão estridentes que os outros torturadores entraram na sala e o arrancaram de cima de mim.

Eu acuso o cabo Gil, um dos responsáveis pela infraestrutura do quartel da PE. Seu sadismo era sem fim. Lembro até hoje do barulho forte das chaves quando ele abria a porta da nossa cela com o capuz na mão. Propositalmente, ele demorava um tempo e, como se estivesse fazendo um sorteio, dizia: “acho que agora é sua vez”. Descer as escadas de olhos vendados, guiadas por ele, era um horror. Sempre inventava mais um degrau ou colocava o pé para que nós tropeçássemos.

(…)

Eu acuso os ex-presidentes da República Humberto Castelo Branco, Costa e Silva, Garrastazu Médici, Ernesto Geisel e João Batista Figueiredo. A despeito das divergências entre eles e das diferentes conjunturas em que chefiaram o país, todos, sem exceção, foram responsáveis e coniventes com a tortura.

Eu acuso, finalmente, o regime ditatorial implantado no Brasil em 1964, que fez da tortura uma política de Estado. Transcrito do Diário do Centro do Mundo

PRA NÃO DIZER QUE NÃO FALEI DE FLORES

As melhores músicas contra a ditadura brasileira

 

Quem sabe

por Matheus Mans

 

Numa época em que a liberdade de expressão é cerceada, nada mais criativo que expressar desejos e anseios através da música. A Ditadura Militar que o Brasil viveu, entre os anos de 1964 e 1985, fez com que músicas se tornassem hinos e verdadeiros gritos de liberdade aos cidadãos oprimidos e sem possibilidade de se expressar como desejavam. Através de letras complexas e cheias de metáforas, elas traduziam tudo o que sentiam.

Além disso, os festivais de MPB, promovidos pela TV Excelsior e, posteriormente, pela TV Tupi, auxiliaram na divulgação das canções tornando-as ainda mais populares. Essa lista pretende mostrar as músicas que criticavam o governo militar, contando um pouco da história de cada uma delas e seus significados ocultos, que passaram, muitas vezes, batidos pela censura.

geraldovandre1

[Conheça  os hinos, os gritos de Liberdade, principalmente nestes obscuros tempos que vivemos, quando estranhos poderes pedem a volta do golpe de 64, o retorno dos 21 anos de ditadura, o fim da Democracia.

Divulgue as músicas contra a cruel e corrupta ditadura militar brasileira.

O povo precisa conhecer a verdade, o terror da escuridão dos porões da tortura, os macabros vôos da morte de presos políticos, as chacinas de líderes estudantis, operários e camponeses, a profanação dos cemitérios clandestinos.

Precisamos acordar o povo, mostrar a verdade, erradicar o analfabetismo político.

Matheus Mans selecionou 15 músicas. Eis a primeira]

 

Geraldo Vandré

 

Pra Não Dizer Que Não Falei de Flores, de Geraldo Vandré

Nada mais lógico e natural que começar a lista com o hino do movimento de resistência. Pra Não Dizer que não Falei das Flores, composta em 1968, pelo paraibano Geraldo Vandré, fez com que os militares censurassem a canção por fazer clara referência contrária ao governo ditatorial. O refrão “Vem, vamos embora/ Que esperar não é saber/ Quem sabe faz a hora/ Não espera acontecer” foi considerado um verdadeiro chamado às ruas contra os ditadores.

Além do refrão, a estrofe “Há soldados armados/ Amados ou não/ Quase todos perdidos/ De armas na mão/ Nos quartéis lhes ensinam/ Uma antiga lição/ De morrer pela pátria/ E viver sem razão” é uma das mais explícitas das produções musicais no momento. Não faz rodeios. Vai direto à crítica aos militares.

O sucesso da canção é atribuído aos mais diversos fatores: a rima de fácil assimilação e que “gruda”; a melodia em forma de hino, o que acaba por se tornar mais uma provocação ao regime; além de retratar os desejos e anseios da geração da época. Ao lado, uma gravação histórica de Vandré cantando a canção no Maracanãzinho, em 1968, que inclui uma severa crítica aos militares no início e uma série de vaias provindas da arquibancada. [Continua. Clique veja vídeo]

 

geraldo capa

vandre1

[Vandré, depois das prisões no Brasil, nunca mais foi a mesma pessoa, que a tortura nunca termina. Perseguido pelas ditaduras do Cone Sul, também foi prisioneiro no Chile, terminou vagando pela África e Europa.

Transformaram Vandré em cobaia das novas armas de torturas física e psicológica. Inclusive pelo uso de drogas. 

Com a anistia, Vandré voltou ao Brasil, e viveu em total isolamento, inclusive em sanatórios psiquiátricos. Como um “louco manso”, patético, um palhaço, que se fantasiava de militar, parecendo um marinheiro de fandango.

Foi acusado de espionar exilados, até o triste reconhecimento de que era apenas uma vítima da ditadura.

As rodas das máquinas de tortura transformaram Vandré em um bagaço.

Conheci Vandré, no tempo que trabalhou na Tv Jornal do Comércio do Recife, em rodas de conversas na rua do Lima, com Capiba, Nelson Ferreira e Sivuca.

Uma noite, em um bar (na época chamado de “buraco frio” dos deputados, por ficar no térreo de um prédio ao lado da Assembléia Legislativa), apareceu Vandré com seu primeiro disco, que estava vendendo para fazer dinheiro e viajar para o Rio de Janeiro. “Um dia você vai ouvir falar de mim”, disse como despedida, quase gritando, da porta do bar.

Eu estava sentado em uma das cadeiras do balcão, com Dias da Silva, que tinha um programa, talvez o primeiro da história  da psicologia, na televisão.

Era dois anos mais novo do que Vandré jovem, extrovertido, conversador, alegre, sonhador e inteligente.

Dias, já formado, assinava uma coluna no Diário da Noite, onde eu era editor.

Foi a última vez que vi os dois. T.A.]

 

Vandré

Vandré

 

A 50 años del Golpe de Estado. La lucha de clases en Brasil

árvore Ong meio ambiente Amazônia

por Adrián Sotelo Valencia

Comentario y reseña del libro de: Severo Salles, Lucha de clases en Brasil (1960-2010), Peña Lillo-Ediciones Continente, Buenos Aires, 2013.
Entre muchos otros, destacan dos motivos esenciales para internarse en la lectura y goce de este interesante y sugestivo libro del profesor universitario, Severo de Salles de Alburquerque, intitulado: Lucha de clases en Brasil (1960-2010), publicado por Peña Lillo-Ediciones Continente, Buenos Aires, 2013.
El primero de ellos, y como trasfondo histórico, por el hecho de que en el último día de marzo de este año 2015 se cumplen 50 años de haberse perpetrado el Golpe de Estado en Brasil contra el gobierno constitucional de João Goulart por militares brasileños con el apoyo irrestricto del gobierno norteamericano la noche del 31 de marzo de 1964 que habrá de durar por 21 años, formalmente, hasta 1985 año del surgimiento del primer gobierno civil surgido mediante elecciones indirectas. El golpe originó el ciclo histórico-político de las dictaduras militares en América Latina, así como la consolidación del Estado de Contrainsurgencia Militar que, en este libro que comentamos, su autor denomina: Estado de Desaparecimiento (consúltese el capítulo cinco de este libro, pp. 67-74), y que el autor describe sucintamente como “… El elemento de la conservación-profundización del poder de clase practicado través del Estado y por la vía paraestatal, constituye un aspecto relevante de la política de dominación, así como también es parte integrante de la constelación ideológica, de la cultura política, a partir del año de 1974 en Brasil: aspecto y parte integrante que permanecen hasta la actualidad…que lo digan los frecuentes asesinatos y desaparecimiento de luchadores sociales en Brasil; lo mismo, en el marco de América Latina, la desaparición de miles de militantes proletarios y democráticos, o ciudadanos en general (migrantes indocumentados, en particular) y las fosas comunes encontradas todos los años” (p. 57)…Y agregamos nosotros: ¡La historia se repite, inmisericorde, como ahora en México, donde, según algunas estimaciones recientes, en los dos últimos años, en promedio, se han registrado 13 desapariciones forzadas de personas por día sin saber de su paradero! (véase: Homero Campa “Con peña Nieto, 13 desapariciones al día” Revista Proceso no. 1997, 07 de febrero de 2015).

El segundo motivo para abordar a profundizar este libro, es contemporáneo y se enmarca en el reciente Informe realizado por la Comisión Nacional de la Verdad que documentó las brutalidades perpetradas en aquella época por la dictadura militar en Brasil, por cierto, el único país del Cono Sur que —de jure— aún no juzga los crímenes perpetrados por la dictadura.

Se trata de un voluminoso reporte de 4 mil 300 páginas –el primero con carácter oficial– que retoma el tema de la justicia y de la violación sistemática de los derechos humanos y de los crímenes de lesa humanidad en una sociedad agredida por la corrupción y la impunidad.

Creada en mayo de 2012 con el fin de investigar, esclarecer, indicar las circunstancias y la autoría de las graves violaciones de los derechos humanos practicadas por la dictadura militar entre 1964 y 1985, así como hacer efectivo “…el derecho a la memoria y la verdad histórica y promover la reconciliación nacional”, la CNV recogió 1121 testimonios, realizó 80 audiencias y sesiones públicas en el país, centenas de diligencias de investigación, entre ellas decenas de pericias. E l 10 de diciembre de 2014 la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) publicó el primer informe nacional en torno a las violaciones a los derechos humanos entre otros objetivos para revisar la Ley de Amnistía, en vigor desde 1979 y ratificada por la justicia brasileña en 2010 y se realizó con base en una investigación de 31 meses que recopiló los testimonios de mil 121 personas en todo el territorio de Brasil.

Más de 4 mil 300 páginas exhiben las técnicas de intimidación, tortura y eliminación utilizadas por el Estado para combatir a la oposición –comunista o de izquierda, en su inmensa mayoría– durante la dictadura. Un conteo de víctimas arroja el siguiente resultado: el balance todavía incompleto es de 434 muertos o desaparecidos en los 21 años de militarismo, por 30 mil en Argentina y 3 mil 100 en Chile. Obviamente que ante la publicación del informe de la CNV, los militares lo desacreditaron y negaron las acusaciones. El Tribunal Superior Militar –órgano utilizado durante la dictadura para avalar jurídicamente los excesos, según la CNV– declaró el 16 de diciembre en un comunicado que el informe es “inverídico, injusto y equivocado”, y aseguró que lo sucedido en los 21 años de régimen militar fue “exactamente lo contrario” a lo que detalla el texto (para los detalles véase: SCA-TUCA, Informe Final de la Comisión Nacional de la Verdad de Brasil, 18 de diciembre de 2014)

Este libro de Severo de Salles resulta imprescindible para comprender el transfondo histórico, social, político, cultural y de violación sistemática de los derechos humanos y de las desapariciones forzadas de personas a la luz del ciclo de las luchas populares y de clases en Brasil, desde el periodo de la dictadura, hasta prácticamente la primera década de este siglo XXI.

Armado con un profundo y sólido arsenal teórico-metodológico e intelectual crítico, arraigado en la mejor tradición del marxismo científico, su autor, reflexiona sobre las profundidades de las causas que condujeron a la implantación de la dictadura militar durante 21 años, hasta prácticamente la fase de democratización ocurrida con las primeras elecciones “libres” que, mediante “elección indirecta” condujeron a la elección y formación del primer gobierno civil post-dictadura que eligió a Tancredo Neves como Presidente de la República federativa del Brasil y como vicepresidente a José Sarney (1985-1990) que, al morir el primero, éste ocupó su lugar.

Se trata de un libro construido con una presentación, 4 Secciones y 11 capítulos destinados a tratar sistemáticamente el tema del libro: las luchas de clases en Brasil a partir de sus protagonistas centrales: el pueblo y el mundo del trabajo.

En la Primera Sección: “Antecedentes de la formación social brasileña”, el capítulo 1 se ocupa del análisis de la formación de las clases sociales del país. El segundo capítulo analiza el gobierno de João Goulart (1961-1964) con énfasis en el populismo y la alianza con los trabajadores.

La Segunda Sección: “Dictadura, modernización conservadora y crueldad social (1984-1985), comprende del capítulo 3 al capítulo 7. El primero repara en lo que denomina: las transformaciones de la modernización conservadora y los ataques de la clase dominante y del régimen contra el pueblo y los trabajadores. En el siguiente, analiza el auge de las luchas populares entre los años de 68 y 69. Enseguida radiografía lo que el autor denomina el Estado del Desaparecimiento correlacionándolo con el móvil propagandista dado por los ideólogos conservadores del “milagro económico brasileño” —comúnmente mencionado simplemente como “milagro brasileño”— ocurrido en el país durante el período de 1968-1973 en que se verificó un crecimiento acelerado promedio anual de la economía del orden de 11%, y le confirió un fuerte impulso al patrón de reproducción capitalista dependiente hasta prácticamente la entrada del neoliberalismo con los posteriores gobiernos de Collor de Melo (1990-1992), Itamar Franco (1992-1995) y Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).

En el capítulo 5 de esta misma Sección, se trabaja el tema justamente del Estado contrainsurgente o del Desaparecimiento.

De manera lúcida, en el capítulo 6 el autor caracteriza lo que denomina la institucionalización de la excepción, o del Estado de excepción, en función de las luchas por la democracia y el surgimiento del nuevo sindicalismo en el país básicamente entre 1974 y 1979.

Por último, en el capítulo 7 de esta misma Sección, analiza las causas del declive de la dictadura, el aumento de la lucha de clases y de la inquietud social y explica cómo es que la “burguesía seudoliberal” se va perfilando y adueñando de poder hasta asumir legalmente la dirección de la llamada “oposición” durante el período de 1979 a 1985. Daba, inicio, así, el desgaste de la dictadura, y al respecto nos comenta el autor lo siguiente:

“El fracaso del régimen de dictadura militar se explica en el hecho de que fue incapaz de satisfacer las necesidades de la clase trabajadora, de ‘sus empleados’, de los campesinos desempleados y/o pobres y sobreexplotados, de todos aquellos a quienes les indignaba el régimen autoritario y su brutalidad; incluso, había dejado de convenir a sectores de la burguesía, dando lugar a una pérdida de legitimidad masiva” (p. 97).

Enhebrando está fenomenología política y social al calor de las luchas de clases en Brasil, el autor la articula, de manera perfecta, con el surgimiento de esa “oposición burguesa”, seudoliberal, que fue la que se colgó los “laureles democráticos del triunfo del pueblo” para asumir la dirección del gobierno en las primeras elecciones electorales del período post-dictadura.

La Tercera Sección, “Despliegue del neoliberalismo (1985-2002), cubre tres capítulos: 8, 9, y 10. El primero trata sobre la “Nueva República” que surge justamente en las elecciones presidenciales indirectas. En el siguiente capítulo, trabaja el gobierno frustrado del neoliberal oligarca Fernando Collor de Mello con un sugestivo subtítulo que reza: “la falsificación de la ira — porque, argumenta Severo, este hombre “era falso en todo”—. Y, nosotros agregaríamos, que lo poblaba la arrogancia de un mandatario que finalmente fue destituido por corrupción sin terminar su mandato constitucional. El capítulo 10 se centra en el gobierno neoliberal, privatizador y profundamente conservador del presidente-sociólogo o, más bien, sociólogo-presidente: Fernando Henrique Cardoso quien puso al Brasil a la Moda de la Casa para el gran capital internacional y las voraces empresas trasnacionales que hasta hoy en día gobiernan el patrón de reproducción del capitalismo dependiente y subimperialista brasileño.

Al respecto es interesante y lúcida la caracterización del gobierno de este último personaje por parte del autor de este libro que comentamos. Señala que los ejes en que descansó el régimen cardocista vagaron por los rieles de la desregulación económica y la privataria salvajes, resultando esta última de una contracción lingüística de las palabras: “privatización” y “piratería”, cuestión que brinda una imagen holográfica de este período político social y económico de la historia contemporánea del Brasil.

Por último, el capítulo 11 de la última Sección: “El gobierno de Lula y el PT: el neoliberalismo matizado”, aborda los orígenes, desarrollo y entrada en el orden capitalista burgués brasileño de un gobierno y de un partido que se autoproclamaron de “izquierda”, pero gobernando e impulsando políticas económicas en favor de las clases dominantes y del capital extranjero internacional que, por cierto argumenta el autor, desafortunadamente continuaron y continúan durante el gobierno posterior encabezado por la presidenta Dilma Rousseff durante su primer mandato a partir de 2011.

Severo Salles, cita las palabras pronunciadas por un eminente economista brasileño, Francisco de Oliveira que hace un balance sobre los “avances” y “retrocesos” históricos del gobierno del Partido de los Trabajadores en Brasil:

“…lo que se ganó — [con el gobierno del PT: SAS] — es fácil de calcular, se puede medir, se puede verificar. Lo que perdimos es más oculto, es más misterioso, lo que perdimos generalmente no es relevante para la opinión pública. Lo que perdimos fue la política; esto es, la capacidad de decidir. (…) En el país esa fue pérdida; no existe más. Salvo en cosas de menor importancia; y las grandes directrices la ciudadanía prácticamente no interviene”.

Este diagnóstico, que recoge el autor de este libro, queda actualizado con la actual situación de crisis económica, social y política de un Brasil inmerso en profundos dilemas, contradicciones y problemas de corrupción visible, escandalosa, que está ocurriendo en la industria petrolera, y en la empresa púbica Petrobras, en materia de corrupción de altos funcionarios públicos del gobierno federal y que está siendo utilizado por la derecha y la ultraderecha del país en una suerte de desestabilización política del gobierno en turno, por cierto, muy similar a la que está ocurriendo, y se intenta hacer con el concurso y el apoyo de Washington y del Pentágono en la República Bolivariana de Venezuela bajo el comando del presidente Nicolás Maduro.

Felizmente, el libro cierra con un Anexo con 2 apartados: a) una Nota final, quizás de recapitulación de los fundamentos y desarrollos, así como de los contenidos de este libro y, por último, b) se incluye una contribución al análisis del quizás más importante movimiento campesino-popular y urbano articulado en el Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST) que interactúa sistemáticamente en el nervio de los movimientos populares y de las luchas de clases en todo el territorio nacional de ese país.

Todo autor tiene la libertad plena de escribir lo que le plazca, y en la forma que lo desee con tal de expresar sus ideas, sus emociones, sus sentimientos y sus vicisitudes personales y de trabajo. Por eso nos parece que este libro refleja una totalidad sistémica de la vida intelectual del autor, ya lo ha hecho en anteriores elaboraciones de artículos y libros publicados y difundidos; sin embargo, nos ha parecido que este libro es un valioso material de análisis riguroso que nos permite entender el mundo y la particularidad-especificidad de la inserción dependiente del Brasil en la contradictoria escena contemporánea del modo capitalista planetario de producción, explotación y miseria que hoy se encuentra inmerso en una profunda y sistemática crisis histórico-estructural.

Por ello, para cerrar este comentario simplemente en voz alta, y aclarando la mi total identidad con las tesis y planteamientos nucleares elaborados y expuestos en este libro, vale la pena preguntarse si no hubiera sido bueno, por lo menos, incluir tres temas medulares necesaria y dialécticamente interconectados con la realidad total del Brasil y, por bifurcación, con América Latina: a) el problema indígena y, por derivación, el asunto de la destrucción y la crisis ambiental de la enorme Selva Tropical de América del Sur (Amazonia); b) el tema-problemática del negro y del racismo con sus múltiples interconexiones con un sistema cuasi-esclavista todavía vigente y operativo en el país y, por último, c) el grave problema de la revitalización del llamado “agro-negocio” que hoy asume nuevos bríos con el nombramiento de la nueva ministra de Agricultura, Katia Abreau, a quien se le reconoce como defensora a ultranza de los intereses de la oligarquía de los agronegocios, y por estar en contra del medio ambiente y de los derechos del mundo del trabajo y de las comunidades indígenas originarias del país, a tal grado de que es conocida popularmente con el apodo de: “Señorita Deforestación”, habiendo sido nombrada y ratificada en el cargo por la presidenta Dilma Rousseff en su segundo mandato (2011-2018).

Por último no podemos dejar de destacar la utilización y tratamiento por el autor de lo mejor de una bibliografía-hemerografía de frontera con cargo en los autores clásicos y contemporáneos como Marx, Rosa Luxemburgo, Lenin, Gramsci, Lukács, Mandel, Ianni, Florestan Fernandes, Celso Furtado, Oliveira, Marini y Antunes, entre otros pensadores y científicos sociales, cuya contribución al pensamiento social es indudable.

Evidentemente que no todo se puede abordar en una sola exhibición y en un solo libro que, naturalmente, pedagógicamente, incluso, por cuestiones de método, posee sus propios límites, tanto de contenido como los que se derivan de las técnicas editoriales (lo observó, alguna vez, el mismo Umberto Eco)…

Pero valga la pena mencionar estas problemáticas —y agendarlas por supuesto— no sólo por su indudable valor agregado —su plus intelectual—; también para las ciencias sociales académicas y para el pensamiento teórico y crítico latinoamericano; temático y estratégico; sino, además, porque permean —y sobredeterminan— la realidad económica, social, política, cultural y espiritual de la nación brasileña en un entorno de grandes convulsiones históricas que estamos experimentado en una escala planetaria y que, tarde o temprano las clases sociales oprimidas y explotadas, los trabajadores, los pueblos originarios y las comunidades, así como los movimientos sociales y populares, tendremos que afrontar irremediablemente si no queremos perecer como humanidad: como hoy sucede, trágicamente, de manera paradigmática en el México convulso, trasnacional y neoliberal a raíz de los crímenes de lesa humanidad perpetrados, en Iguala, Guerrero, en Ayotzinapa, y que han convulsionado al país y al mundo entero marcando-construyendo colectivamente, a sangre y fuego, desde el campo y la ciudad, con una conciencia social de clase cada vez más intensa, activa y vigorosa un verdadero parteaguas en la historia contemporánea de nuestro país.

Así se tendrá que imaginar, diseñar, impulsar y construir —y lo está haciendo el pueblo de manera vertiginosa y creativa— nuevos derroteros estratégicos y escenarios históricos alternativos de una lucha político-social prolongada, de larga duración, del mundo del trabajo como un todo orgánico y ontológico contra el Estado y el capital social global que amenazan su misma existencia.

Adrián Sotelo Valencia. Sociólogo, profesor-investigador del Centro de Estudios Latinoamericanos de la FCPyS-UNAM.